El tema del arbitraje sigue vigente, después de la final en el fútbol mexicano.
Dos días después de la final del Apertura 2005 del fútbol mexicano, ganada por el Toluca al Monterrey, la polémica por el arbitraje de Marco Rodríguez se mantiene encendida y el oficial podría ir a parar a la liga de Qatar.
Rodríguez, quien expulsó a 13 jugadores en las eliminatorias del torneo, echó fuera a tres figuras del Monterrey en el juego decisivo de la final, lo cual fue calificado como un robo en el club perdedor, cuyo delantero Guillermo Franco insinuó que el juez se había vendido.
Arturo Yamasaki, presidente de la comisión de árbitros de la Federación Mexicana de fútbol, exigió al Monterrey presentar pruebas sobre el supuesto soborno, mientras los árbitros anunciaron una protesta a las acusaciones del equipo dirigido por Miguel Herrera.
Al referirse a la final, la mayoría de los titulares de los medios han sido para referirse al arbitraje de Marco Rodríguez y no a los tres goles del Toluca, que aprovechó la superioridad numérica en la cancha para golear.
El técnico Herrera sugirió la salida de Yamasaki de la comisión de árbitros y lamentó el espíritu de protagonismo del árbitro, que ha recibido una invitación para trabajar en Qatar y tal vez emigre a ese país, luego de tener confrontaciones en la liga de México.
Franco insistió su opinión de que la final estuvo arreglada en contra de Monterrey, mientras los componentes del club Toluca aseguraron ser campeones legítimos y han ignorado la polémica acerca del arbitraje.
El delantero Adolfo Bautista, de las Chivas de Guadalajara, dijo que ya había advertido que sí Rodríguez trabajaba en la disputa del campeonato se iba a convertir en protagonista y criticó las expulsiones, exageradas, según su punto de vista.