Dos goles del Barcelona en los últimos cinco minutos (Ezquerro e Iniesta), permitió al equipo catalán encadenar su décima victoria consecutiva (siete en liga y tres en Europa) y arruinar la fiesta del Udinese, que confió toda su suerte al empate y acabó llorando su eliminación europea.

Este triunfo le sirve al equipo catalán para igualar su mejor racha de victorias, hasta ahora en poder de los equipos que entrenaron en su día Johan Cruyff y Louis van Gaal.

Sin Ronaldinho ni Eto'o, que se habían quedado en casa, el equipo entrenado nuevamente por Henk Ten Cate, ante la ausencia por enfermedad de Frank Rijkaard, actuó con decisión, a pesar de que no se jugaba nada en el envite, ya que estaba clasificado de antemano como primero de su grupo.

Con un equipo experimental, en el que debutaron el guardameta Jorquera y el delantero Santi Ezquerro, los azulgranas se hicieron de inicio con las riendas de la situación ante un equipo italiano que necesitaba el empate para asegurarse el pase a la siguiente ronda y que confió toda su suerte a esa circunstancia.

Sin embargo, en pocos minutos ya se comprobó que el Barcelona al menos lo intentaría. Un gran pase de Deco sobre Giuly, en el minuto 11, permitió situarse ante De Sanctis. El francés remató al travesaño en una magnífica ocasión.

Después de una gran combinación entre Larsson y Ezquerro, los catalanes pudieron adelantarse en el marcador (m.19), mientras el Udinese, con un poblado y físico centro del campo, buscó siempre el referente atacante de Iaquinta, quien mantuvo un magnífico duelo con Puyol.

Sin llegada a la meta contraria, el Udinese vio cómo el Barcelona se sentía cada vez más cómodo. En cuanto Deco se puso manos a la obra, los azulgranas llegaron con claridad a la meta contraria.

Precisamente en una jugada por la derecha de Larsson y Belletti, Deco remató de tacó junto al palo izquierdo del arco italiano (m.37).

Ludovic Giuly, cuatro minutos después, volvió a encontrarse con el palo de la meta de De Sanctis en los mejores minutos del Barcelona, justo antes del descanso.

En el segundo tiempo, el Barcelona cambió de velocidad. Su juego se hizo previsible del todo y poco a poco se contagió de la indolencia de un rival que ni siquiera lo intentó ante la meta de Jorquera y se limitó a buscar balones en largo para Iaquinta o Di Natale, quienes no tuvieron ninguna opción.

El tedio lo rompió Belletti en el minuto 60. El lateral derecho barcelonista recibió un gran pase de Gabri y el brasileño remató al lateral de la red del Udinese, en la primera aproximación del segundo tiempo.

Ni la entrada de Andrés Iniesta por Gabri García, a un cuarto de hora del final, sirvió para activar el juego de los azulgrana, aunque el albaceteño tuvo una buena ocasión en un remate lejano en el minuto 80.

Todo varió, sin embargo, en los últimos cinco minutos. Ezquerro aprovechó un barullo en el área para batir a De Sanctis ante la desesperación de los aficionados y los jugadores italianos.

Poco después, en una jugada a la contra, Iniesta marcó el segundo y puso fin al sueño italiano. La victoria es la décima seguida del Barcelona y el decimosexto encuentro consecutivo en el que el cuadro catalán no pierde. Su última derrota data del 18 de septiembre cuando perdió en el Calderón (2-1).