Gimnasia y Esgrima ganó 3-1 a River y sueña con el título.
Justo cuando más lo necesitaba, Gimnasia y Esgrima La Plata dio una gran muestra de autoridad. Le ganó 3-1 a un desconocido River Plate en el Monumental y avanzó un poco más hacia el título que tanto anhela desde que se instauró el profesionalismo en 1931. River terminó protagonizando un fiasco futbolero, no porque sus jugadores hayan ido a menos sino por el claro retroceso que tuvo su rendimiento en comparación con las últimas fechas y por una fragilidad defensiva que comenzó a hacerse evidente después de la azarosa apertura de Lucas Lobos a los 23 del primer tiempo.
El partido terminó de ser tal a los 27 de la etapa inicial. Gimnasia ya ganaba 1-0 y Marcelo Gallardo dejó a su equipo con uno menos por abrir la boca de más. Una irresponsabilidad que River terminó pagando demasiado caro. Dos goles del uruguayo Gonzalo Vargas y el descuento de Gastón Fernández cerraron el marcador. El primer tiempo arrancó equilibrado, con los dos equipos estudiándose y evitando arriesgar más de la cuenta, y terminó con Gimnasia como el claro dominador del desarrollo. La bisagra la marcó el gol conseguido por Lobos a los 23. El enganche probó desde fuera del área, la pelota se desvió en Leonardo Talamonti y descolocó a Germán Lux. La fortuna estuvo del lado del Lobo. ¿Habrá sido la suerte del campeón? El encuentro comenzó a hacérsele más cuesta arriba a River cuatro minutos más tarde, cuando Rafael Furchi le mostró la tarjeta roja directa a Gallardo.
Molesto porque el árbitro no cobró una falta en su contra, que en realidad no existió, el Muñeco lo habría insultado. Gimnasia comenzó de a poquito a manejar más y mejor la pelota, con Lobos como aduana inevitable de todos los ataques, con las proyecciones de Nicolás Cabrera y Lucas Licht por los laterales, con las apariciones sorpresivas en el área rival de Matías Escobar y con los interesantes movimientos de Vargas y Alejandro Delorte allá adelante. Sobre los 36, una palomita cruzada de Escobar pasó cerca del palo derecho, tras un centro de Vargas. A los 37, un cabezazo lejano del uruguayo fue atajado por Lux. Y enseguida llegó el segundo: trepada de Licht por la izquierda, centro al área chica, toque de Escobar, rebote y la pelota que le quedó servida a Vargas, quien la empujó casi sobre la línea. A esa altura, River había perdido totalmente la compostura y Gimnasia mandaba con claridad. Tras el descanso, Reinaldo Merlo mandó a la cancha a Daniel Montenegro y Gastón Fernández por Diego Barrado y el lesionado Federico Almerares para tener mayor presencia ofensiva. Sin embargo, Gimnasia encontró el tercer gol cuando recién se habían jugado cinco minutos y terminó de cerrar el partido. Cabrera combinó con Lobos sobre la derecha y éste mandó el centro atrás para la llegada de Vargas, quien definió con un remate fuerte y alto.
River ya no tenía fuerzas para ir hacia adelante y Gimnasia se dedicó a regular el ritmo ante la locura de su gente, que llegó en caravana hasta Núñez y se fue soñando con el campeonato. Iban 37 minutos cuando la Gata Fernández se escapó por el sector derecho y dejó a tres hombres en el camino para definir con un toque sutil de zurda, ya dentro del área, ante el achique de Carlos Navarro Montoya. Como quedó dicho, River no tenía resto para seguir buscando. Esa, precisamente, fue una de las claves de un encuentro en el que Gimnasia también mostró una condición física muy superior a la de su rival. El Lobo volvió al triunfo y tiene el Apertura un poquito más cerca.