Glasgow Rangers amargó al Porto una victoria que daba por cierta en el partido de la penúltima jornada del Grupo H de UEFA Champions League, al igualar el encuentro a pocos minutos del final en el Estadio del Dragón.

De ese modo, el Porto, campeón hace dos años del torneo europeo, pasó a depender de lo que haga el Inter de Milán para conseguir el paso a octavos de final, ya que en este momento ocupan la última plaza de su grupo con 4 puntos.

En las matemáticas del Porto para evitar ser desplazados a la Copa de la UEFA, además precisar la victoria ante el Artmedia de Bratislava, que tiene 5 puntos, el próximo 6 de diciembre en la sexta y última ronda, tienen que confiar en que el Inter de Milán derrote al Glasgow Rangers en Italia.

Un gol del argentino Lisandro López, en el minuto 60 del partido, alimentó las esperanzas de la afición portista hasta que en el minuto 83, un remate de McCormack se introdujo en el marco defendido por el ex barcelonista Vitor Baia, y echó por tierra la alegría del Estadio del Dragón.

El entrenador holandés del Porto, Co Adriaanse, cumplió su promesa de sorprender a los aficionados, al descolgar del once inicial a algunos de los jugadores más resolutivos del cuadro, como Hugo Almeida y el sudafricano Benny McCarthy, cuya posición fue ocupada por el brasileño Jorginho.

El Rangers, dirigido por el escocés Alex McLeish, presentó una alineación netamente defensiva, por las ausencias de sus delanteros, el croata Dado Prso y el belga Thomas Buffel.

En el encuentro brilló con luz propia el ex barcelonista Ricardo Quaresma, que no dejó de enviar balones a los argentinos Lucho González y Lisandro López, aunque en la jugada del gol portista, el último aprovechó un pase de Bosingwa desde la derecha.