Barcelona venció por 3-1 al Werder Bremen y se clasificó primero del Grupo C.

Enviado por roberto el Mar, 22/11/2005 - 16:42

Otra actuación estelar de Ronaldinho, que marcó un tanto y dio los otros dos, llevó al Barcelona hacia una nueva victoria, esta vez ante el Werder Bremen (3-1) en la UEFA Champions League, donde acabará como líder de su grupo, pase lo que pase en la última jornada.

El Barça del martes no fue el del Bernabéu, pero a este equipo, que hace mes y medio decidió poner la velocidad de crucero y que, de momento, no parece tener intención de parar, tampoco le hace falta jugar tan bien y durante tanto tiempo para demostrar su superioridad.

Bastaron unas dosis de magia del astro brasileño para que los azulgrana noquearan a un Werder Bremen que, sin tener el balón ni controlar el partido, contragolpeó con peligro y dispuso de varias ocasiones claras para batir a Valdés.

El Balón de Oro tiene nuevo dueño, y Ronaldinho quiso dejarlo claro una vez más. El crack azulgrana se dedicó precisamente a eso, a teñir de oro cada balón que tocó.

En la primera jugada del partido, una asistencia de Ronnie dejó sólo a Larsson, quien picó en exceso el esférico. En su segunda intervención, el brasileño controló un balón en la medular y lanzó un pase de cuarenta metros a Gabri, que la bajó con el pecho y la cruzó con la zurda ante la salida de Reinke (1-0).

Ante el conjunto alemán, Gabri se estrenó como titular esta temporada, y también como goleador, después de dejar atrás el rosario de lesiones que le ha tenido prácticamente en el dique seco durante el último año.

Pero la entrada del canterano, que ocupó el puesto de Xavi, no fue la única novedad respecto al once que Rijkaard sacó en el Bernabéu.

El técnico holandés dejó en la grada a Messi y en el banquillo a Edmilson y a Eto'o, que por primera vez entró en las rotaciones, y dio entrada a Giuly, Motta y Larsson, quienes no jugaron ni un minuto contra el Real Madrid.

El Werder Bremen, con una defensa adelantada y un fútbol directo, intentó siempre llegar con peligro al marco rival. Al cuarto de hora, Valdés estuvo a punto de empatar en un mano a mano con Valdés, pero el portero azulgrana aguantó bien y logró enviar el balón a córner.

Poco después, el árbitro señaló un discutido penalti de Van Bronckhorst a Micoud que Borowski se encargó de transformar en el 1-1, y el partido pareció empezar otra vez desde cero.

Y entonces volvió a aparecer Ronaldinho. El brasileño lanzó una falta envenenada que sorprendió a un desafortunado Reinke, quien empezó colocando mal la barrera y acabó comiéndose el bote del balón (2-1).

Otra jugada del Gaucho, que acabó con un remate en plancha de Larsson, dio la oportunidad de redimirse a Reinke, y Klose, con un cabezazo desviado, fue lo más destacado de la recta final de la primera parte.

La segunda mitad arrancó con un juego embarullado por parte de ambos equipos pero, con el paso de los minutos, el Barca empezó a animarse y el Werder Bremen pareció desfondarse.

Un hiperactivo Oleguer empezó a prodigarse en ataque por la banda derecha y a punto estuvo de marcar tras otro pase de Ronaldinho, lo mismo que Márquez, que puso a prueba a Reinke al enganchar de bolea un balón que el brasileño centró desde el córner.

Klose abandonó el campo renqueante, y el técnico alemán, Thomas Schaaf dio entrada al joven Hunt para apoyar a Valdez en el ataque visitante.

Sin el pichichi de la Bundesliga sobre el terreno de juego, el Werder Bremen, lejos de parecer menos equipo, ganó en movilidad, y el encuentro definitivamente se rompió.

Ronaldinho, en su enésima intervención, condujo un balón en la línea de tres cuartos, Larsson le marcó la diagonal y el brasileño, casi mirando al tendido, se la puso con milimétrica precisión a la espalda de los dos centrales. El delantero sueco esta vez no perdonó e hizo subir el 3-1 en el marcador.

Los alemanes dieron sus últimos coletazos en ataque con un para de contragolpe finalizados por Hunt y Valdez, que Valdés, muy atento durante todo el encuentro, desbarató con acierto.

Varias virguerías más de Ronaldinho y una falta lanzada por el brasileño que se marchó por poco cerraron la actuación del 'crack' de la noche, a quien el público despidió coreando su nombre.