Las selecciones de Trinidad y Tobago y Bahrein protagonizarán mañana, en el país caribeño, el primer choque de la eliminatoria de repesca, que se llevará a uno de estos dos equipos a su primera experiencia en la fase final de un mundial.

Trinidad y Tobago llega a este trascendental encuentro bajo la dirección del ex-técnico del Real Madrid, Leo Beenhakker, fichado en marzo tras la abultada derrota de los trinitenses frente a Guatemala por 5 a 1.

Desde que el holandés se incorporó al banquillo, el equipo consiguió ganar tres de sus últimos cuatro partidos, logrando un hito deportivo para este país de poco más de un millón de habitantes, logrando una plaza para la repesca mundialista.

Esta es la mayor posibilidad que tenemos para estar en un mundial y nos vamos a aferrar a ella con las manos, señaló el ministro de deportes de Trinidad y Tobago, Roger Boynes.

La cara más conocida del conjunto local es la del veterano delantero Dwight Yorke, ex-jugador del Manchester United y que ahora milita en la liga Australiana. Russell Latapy, con experiencia en Escocia, es otro de los jugadores más representativos.

Por su parte, Bahrein llega a Puerto España con mucha ilusión de lograr un buen resultado en el estadio Hasely Crawford que le facilite su pase a Alemania.

El conjunto del Emirato, que entrena el balcánico Luka Peruzovic, se clasificó para la repesca tras quedar tercero en su grupo de la zona asiática. Cada vez somos mejores y se lo mostraremos al mundo este sábado, declaró Yousif Hasan, presidente de la federación de Bahrein.

El equipo árabe tiene como principales referencias a: Hussain Ali y Mohammed Hubail, ambos militantes de la liga de Qatar, la más potente de la zona.