Republica Checa ganó de visitante y tiene un pie en el mundial.

Enviado por roberto el Dom, 13/11/2005 - 12:17

Un gol de Smicer a la media hora de juego dio el triunfo a la República Checa (0-1) en Oslo frente a Noruega y dejó al conjunto centroeuropeo a un paso del Campeonato del Mundo de Alemania 2006, pendiente de cerrar en el encuentro de vuelta, del próximo miércoles en Praga.

En un partido marcado por el pésimo estado del césped, un arenal impropio de un encuentro de esta trascendencia, a los checos les bastó un gol para dejar clara su superioridad frente a un rival impotente.

Noruega fue un horror: floja en defensa, perdida en el campo e incapaz de crear una sola oportunidad clara en los noventa minutos de partido.

Ni siquiera aportó lucha, ni hizo valer su supuesta superioridad en el juego aéreo, a la que recurrió de forma esporádica como argumento único para intentar rescatar, al combinado nórdico de una despedida prematura de sus aspiraciones.

Los checos, que jugaron un partido práctico, pusieron el poco fútbol que se vio en Ullevaal.

Baros, en dos ocasiones, y Smicer, en un tiro que se fue desviado, avisaron de la peligrosidad visitante, que quedó plasmada en la jugada del gol, un centro de Poborsky que Smicer cabeceó solo dentro del área, aprovechando un resbalón de Bergdoelmo.

Aage Hareide, seleccionador noruego, decidió arriesgar algo más en la segunda parte, sacando a Solli y colocando en su lugar al habilidoso Braaten, un jugador que al menos tiene regate, algo que no abunda en el limitado conjunto nórdico.

Braaten llevó el poco peligro que se vio en la segunda parte por parte de Noruega, con un par de internadas peligrosas que, sin embargo, no se tradujeron en ocasiones.

Conscientes de su superioridad, los checos jugaron con un punto de suficiencia, sin forzar la máquina, aunque pudieron hacer algún gol más en un tiro de Nedved y dos jugadas a balón parado que salvaron Myhre y Haestad.

Noruega siguió metiendo kilos y centímetros en el campo, pero sin inquietar a los checos, que se limitaron a dejar pasar los minutos hasta el final.