Fiorentina venció por 3 a 1 al Milan.
La Fiorentina recibió al Milan y lo venció por 3 a 1, con goles de Luca Toni (un doblete) y de Martín Jorgensen. Alberto Gilardino había puesto el gol del transitorio empate en uno.
Con este resultado, la Fiorentina lo alcanzó a su vencido en la segunda posición en la tabla, ambos con 28 puntos y cinco menos que el líder Juventus.
Lo primero que hay que decir es que el resultado fue mentiroso, hasta un empate le hubiera quedado chico al Milan, que hizo el gasto del partido y fue groseramente perjudicado por la terna arbitral.
Ojo, la Fiore jugó realmente muy bien a la italiana, defendiéndose ordenadamente, con un arquero muy atento y reactivo, y aprovechando sus ocasiones - y los errores de la defensa del Milan - prácticamente al 100 por ciento (tres tiros tres goles).
De esta manera, la Fiore ratificó su excelente momento y se encarama con todo derecho en el Olimpo del Calcio, de la mano de un goleador enchufadísimo con la camiseta violeta como con la azzurra, Luca Toni (15 goles en 12 partidos).
Sin embargo, es imposible olvidar los daños recibidos por el Milan por el juez de línea Coppelli, quien le anuló un gol insólito a Gilardino - por una supuesta falta; el árbitro, que estaba a 5 metros, no había cobrado nada - pero no señaló de la misma manera un clarísimo penal por falta de manos de Brocchi. En ambos casos el partido estaba 2 a 1 en favor de la Fiore, y las cosas hubieran podido cambiar radicalmente.
Pero vayamos por orden. Ni el tiempo de comenzar y los locales se pusieron en ventaja, con un gol de Luca Toni de cabeza en jugada de pelota parada (tiro libre desde la izquierda). El goleador apareció por el segundo palo, libre de marca, y no tuvo mayores dificultades para anotar.
El Milan trató de remediar enseguida al grave error y se hizo dueño absoluto de la pelota. Tuvo varias ocasiones y encontró el empate con un gol de cabeza de Gilardino, quien peinó apenas el centro desde la izquierda de Serginho y descolocó a Frey.
Hasta el final de la etapa el Milan siguió dominando y no logró ponerse en ventaja por la poca precisión de sus delanteros (sobretodo Shevchenko) y la gran actuación de Frey.
A comienzo del complemento, otro error defensivo le permitió a la Fiore volver en ventaja: Pasqual metió un centro bajo sin pretensiones desde la izquierda, Nesta se resbaló y pifió la pelota, permitiendo así el ingreso y el fácil tap in de Jorgensen por el segundo palo.
Desde es momento, hubo un solo equipo en la cancha, el Milan, que buscó por todos los medios el empate. Chocó contra un equipo muy bien cerrado en defensa y contra un referí que, inexplicablemente, comenzó a cortar el juego continuamente y volcó la cancha en la dirección opuesta.
Un botón de muestra: en los últimos 12 minutos el Milan, a pesar de tener casi siempre el balón en su poder, no se vio cobrar ni siquiera una falta a favor, algo increíble hasta desde el punto de vista estadístico.
Al final, para el Milan llegó hasta la burla porque en otra jugada de pelota parada, luego de un despeje a medias, la pelota le cayó a Toni a dos pasos del arco, y el goleador superó de cabeza la desesperada salida de Dida.
Resumiendo, la Fiore tuvo el merecimiento de aprovechar integralmente sus chances y los errores defensivos del Milan, que a su vez debe lamentar, árbitro a parte, el no haber sabido concretizar la enorme cantidad de juego producido.
Luego de haber visto, la noche anterior, la demostración de contundencia de la Juventus, está claro que este Milan está un escalón o dos más abajo en cuanto a capacidad de resolver las situaciones difíciles.
Por otra parte que un delantero como Toni, goleador del torneo y en un momento mágico, sea dejado dos veces solo en el área es realmente algo que no puede justificarse.
La Fiore superó un examen muy importante, con mucha más personalidad de la que había mostrado por ejemplo en San Siro ante el Inter. Ganó su quinto partido consecutivo y en su casa hasta ahora no dejó ni un solo punto en el camino.
Ahora tiene un partido delicado en casa de la Roma y luego recibirá a la Juventus; si lograra desenvolverse bien en ambos casos, se volvería realmente un candidato al título.
El Milan se va de Florencia en el medio de protestas y polémicas, pero debe lamentar su falta de puntería y aún más sus distracciones defensivas. Aún así, tiene tres puntos más que en la temporada anterior, y no es su culpa si la Juventus está marchando a este ritmo infernal.
Nada aún está perdido, pero está claro que en adelante no se podrán cometer más errores y, de cualquier manera, la tarea de perseguir desde atrás es muy desgastadora.