¡Estamos en la final!
No es un título muy común en un comentario deportivo. Y, peor aún, si se trata de la Copa Libertadores de América. Pero, no solamente los hinchas de Liga Deportiva Universitaria, sino todo el país, siente el orgullo de ver como este equipo ha cumplido una gran campaña dentro de este torneo internacional y, está rematando de gran forma, ya que al momento, es uno de los finalistas y, deberá enfrentar a otro finalista que, es un equipo de renombre, como el Fluminense de Brasil.
Mucho interés existía en todo el país. Pues, no de otra manera se puede decir con claridad que, una semana antes del partido frente a los Águilas del América de México, se habían vendido todas las localidades. El lleno fue completo y el marco de la Casa Blanca era de maravilla si, porque era allí, donde se iba a jugar un partido de tal importancia.
El recibimiento de los aficionados al conjunto albo, fue extraordinario. Pero, al parecer afectó más a los jugadores dueños de casa, antes que a los visitantes. El primer tiempo fue lleno de errores de los jugadores de Liga, exceptuando talvez a Vera y Araujo. Felizmente, el América, no entendió la posición de los jugadores ecuatorianos y, no supo aprovechar ese momento. Por el contrario, se defendió tocando el balón, sin ninguna posibilidad de conseguir alguna anotación.
Todo cambió luego de la charla del medio tiempo. Edgardo Bauza supo poner la tranquilidad que necesitaban y, un jugador como Salas que, durante el primer tiempo no hizo nada y, falló mucho. Se convirtió en el motor del elenco y, sus cargas de gran categoría, permitió a Liga jugar mucho mejor y, demostrando que debía ser el vencedor y no solamente el primer finalista. Manzo, que era el jugador en quien confiaban los aficionados ligados, poco pudo hacer, teniendo encima la marca de tres adversarios que, lo tomaban escalonadamente.
Guerrón, actuó bien, tanto en el ataque como en la defensa. Pues, siempre estuvo apoyando al bloque posterior, al igual que su compañero Ambrossi, mientras en el medio campo, brillaba con luz propia el paraguayo Vera, teniendo a su lado a Urrutia quien, no brilló, pero cumplió.
Lo único, pero que se puede ver claramente en el equipo universitario, es la falta de finalización de las jugadas ofensivas. Los delanteros y los jugadores medio campistas ofensivos, no concretan en goles todo lo que hacen en el campo de juego. Y, esto es preocupante, para la final. Ya que, jugando con conocimiento de causa, la final deberá tener ganadores. La presencia de Bieler es importante, pero lamentablemente tiene temor al arrancar frente al arco. Al finalizar el cotejo, el y nadie más, se quedó cuando no había posición adelantada.
Ahora, con el resultado de la segunda semifinal que, clasificó al equipo brasileño y, que fue un cotejo jugado, con solo un equipo en la cancha, Boca Junior, frente a un timorato Fluminense que, por esas cosas del fútbol, terminó clasificándose. Según el resultado final, a Liga Deportiva Universitaria le corresponde la primera final en la Casa Blanca y, terminar la Copa, en el legendario Maracaná. Que haya suerte y, creo yo, que Liga tiene todo para ser el nuevo campeón de la Copa Libertadores de América.
Lic. Prof. 17 - 523
Mucho interés existía en todo el país. Pues, no de otra manera se puede decir con claridad que, una semana antes del partido frente a los Águilas del América de México, se habían vendido todas las localidades. El lleno fue completo y el marco de la Casa Blanca era de maravilla si, porque era allí, donde se iba a jugar un partido de tal importancia.
El recibimiento de los aficionados al conjunto albo, fue extraordinario. Pero, al parecer afectó más a los jugadores dueños de casa, antes que a los visitantes. El primer tiempo fue lleno de errores de los jugadores de Liga, exceptuando talvez a Vera y Araujo. Felizmente, el América, no entendió la posición de los jugadores ecuatorianos y, no supo aprovechar ese momento. Por el contrario, se defendió tocando el balón, sin ninguna posibilidad de conseguir alguna anotación.
Todo cambió luego de la charla del medio tiempo. Edgardo Bauza supo poner la tranquilidad que necesitaban y, un jugador como Salas que, durante el primer tiempo no hizo nada y, falló mucho. Se convirtió en el motor del elenco y, sus cargas de gran categoría, permitió a Liga jugar mucho mejor y, demostrando que debía ser el vencedor y no solamente el primer finalista. Manzo, que era el jugador en quien confiaban los aficionados ligados, poco pudo hacer, teniendo encima la marca de tres adversarios que, lo tomaban escalonadamente.
Guerrón, actuó bien, tanto en el ataque como en la defensa. Pues, siempre estuvo apoyando al bloque posterior, al igual que su compañero Ambrossi, mientras en el medio campo, brillaba con luz propia el paraguayo Vera, teniendo a su lado a Urrutia quien, no brilló, pero cumplió.
Lo único, pero que se puede ver claramente en el equipo universitario, es la falta de finalización de las jugadas ofensivas. Los delanteros y los jugadores medio campistas ofensivos, no concretan en goles todo lo que hacen en el campo de juego. Y, esto es preocupante, para la final. Ya que, jugando con conocimiento de causa, la final deberá tener ganadores. La presencia de Bieler es importante, pero lamentablemente tiene temor al arrancar frente al arco. Al finalizar el cotejo, el y nadie más, se quedó cuando no había posición adelantada.
Ahora, con el resultado de la segunda semifinal que, clasificó al equipo brasileño y, que fue un cotejo jugado, con solo un equipo en la cancha, Boca Junior, frente a un timorato Fluminense que, por esas cosas del fútbol, terminó clasificándose. Según el resultado final, a Liga Deportiva Universitaria le corresponde la primera final en la Casa Blanca y, terminar la Copa, en el legendario Maracaná. Que haya suerte y, creo yo, que Liga tiene todo para ser el nuevo campeón de la Copa Libertadores de América.
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