La lucha continúa, Morales seguirá atento al tema del veto a las ciudades de altura (Análisis)

Enviado por dmoreano el Mié, 28/05/2008 - 14:26

Su portavoz, Iván Canelas, reconoció hoy (miércoles) que es necesario "seguir trabajando" porque la última decisión de la FIFA "no es definitiva". Ésta, únicamente establece una suspensión temporal de la prohibición de jugar en estadios a más de 2.750 metros de altitud.

"Hay que lograr, en definitiva, que la FIFA y el mundo reconozcan el derecho que tenemos a jugar no sólo donde hemos nacido, sino donde queremos jugar", apuntó Canelas.

El propio Morales comentó el martes, poco después de conocer la nueva resolución adoptada por la FIFA en Sydney (Australia), que seguirá peleando para "cerrar" para siempre el veto al fútbol. El presidente se extendió, y señaló que luchará por el derecho de la práctica deportiva en general.

El miércoles, el presidente MOrales se enfundó un chándal y se fue trotando desde la Plaza Murillo de La Paz, donde está el Palacio de Gobierno, hasta el estadio Hernando Siles. El escenario está situado a 3.577 metros sobre el nivel del mar.

Como buen aficionado al fútbol, allí jugó un partido contra un equipo formado por periodistas deportivos y varios de los que cubren habitualmente la información gubernamental.

Así festejó Morales el denominado "Día del Desafío", una celebración que comenzó hace varios años para animar a los bolivianos de todas las edades a practicar deporte en las calles.

El año pasado, el mandatario también participó en esa jornada deportiva y la transformó en un verdadero alegato contra la determinación de FIFA. El evento fue a pocos días de prohibir los partidos a más de 2.500 metros de altitud, un límite que luego amplió hasta los 3.000 metros.

Desde entonces, Morales se marcó varios desafíos para demostrar que, como él mismo dijo en diciembre de 2007, "donde se hace el amor, se practica el deporte".

Jugó al fútbol en dos montañas nevadas de Bolivia, a 5.500 y 6.000 metros. Más recientemente, en marzo pasado, se enfrentó en un partido amistoso a un equipo comandado por el ex delantero argentino Diego Armando Maradona en el estadio Hernando Siles de La Paz.

"No le tenemos miedo a la altura", subrayó entonces Maradona al recalcar que nadie, "ni Dios", puede prohibir a los bolivianos jugar al fútbol donde han nacido.

Además de contar con el apoyo de Maradona, Morales ha asegurado que su campaña contra el veto a la altura ha sido respaldada también por varios presidentes de Suramérica. También fue respaldado por países como España o Sudáfrica.

Incluso el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó a fines del año pasado en La Paz una declaración conjunta con Morales en defensa del "carácter universal del fútbol". Lula aportó pese a que muchas de las críticas a la altitud han surgido de clubes de ese país.

"El veto no ha nacido en Europa, sino en América Latina y fundamentalmente en Brasil", señaló este miércoles el presidente del Comité Nacional de Defensa de la Altura y dirigente del club paceño Bolívar, Guido Loayza.

A su juicio, los intentos por prohibir el fútbol en la altitud han sido "recurrentes" desde 1994. El asunto, según Loayza, se ha tratado "con poca seriedad científica".

Por ello, alabó la propuesta del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, sobre la creación de un paquete de normas para jugar al fútbol "en condiciones extremas". Paquete que incluye, además de la altura, el calor, humedad, frío y los altos niveles de polución.

Añadió que reconocer que existen todas esas "singularidades" y tomarlas en cuenta es un avance para tratar el tema "con la debida seriedad". Sola así se puede lograr que se "archive definitivamente" en un futuro el veto a la altura.

De momento, el Gobierno de Morales ha anunciado que va a frenar la demanda por discriminación contra la FIFA que iba a presentar ante la ONU. Loayza también se ha mostrado partidario de suspender otra planteada ante el Tribunal de Justicia Deportiva (TAS).

Aunque la "guerra" todavía no ha terminado, al menos la selección boliviana podrá jugar en La Paz. EFE