El 'salvador' Joel Santana emerge como sucesor de Parreira en Sudáfrica.
El entrenador brasileño Joel Natalino
Santana, conocido como un 'salva-equipos', fue seducido por una
oferta económica "imposible de rechazar" para suceder su compatriota
Carlos Alberto Parreira al frente de la selección de Sudáfrica,
anfitriona del Mundial de 2010.
Nacido el 25 de diciembre de 1948 en Río de Janeiro, Joel Santana, como es conocido el entrenador maestro en el arte de motivar equipos en crisis y levantar jugadores desahuciados fue recomendado por el propio Parreira para continuar la preparación de la selección sudafricana.
"No voy a recibir otra propuesta de esas. Tengo que aprovechar", dijo hoy Santana al confirmar la oferta, que no ha podio rechazar, pese al dolor que dice sentir por dejar al Flamengo.
Santana pregona generalmente un estilo defensivo, exige de sus pupilos entrega al 200 por ciento para compensar las posibles deficiencias técnicas de sus jugadores o tácticas en su preparación.
Cumplidas estas premisas, concluye, su objetivo principal es prevenir del sufrimiento de su equipo ante rivales en mejores condiciones anímicas y futbolísticas en los torneos que disputa.
Parreira argumentó razones familiares para dimitir a partir del 2 de mayo próximo, y la prensa brasileña asegura que el motivo es un cáncer que afecta su esposa, Leila, quien reside en Río de Janeiro.
El entrenador saliente también había recomendado a su compatriota Abel Braga, con lo cual, la "línea brasileña" seguiría siendo el único camino hacia el próximo Mundial para la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA).
Parreira, preparador físico de profesión, pintor aficionado y escritor por vocación, asumió la dirección técnica de Sudáfrica después de conducir por segunda vez al seleccionado brasileño en un Mundial, el de Alemania 2006.
También entrenador de los equipos paulistas Sao Paulo, Santos y Corinthians, el estratega ganó con Brasil el Mundial de México'70, en el que participó como preparador físico, y el de Estados Unidos'94, en calidad de seleccionador.
Sin nunca haber jugado al fútbol profesional y, mucho menos, sin dirigir en Brasil, el joven Parreira -entonces con 25 años- asumió en 1968 el reto de convertirse en doble entrenador de la selección de Ghana y del club Kotoko de ese país africano, pero un año después retornó a Brasil como preparador físico.
El autor de 'Formando equipos vencedores', libro sobre superación personal y liderazgo, y 'Evolución táctica y estrategias de juego', se estrenó como técnico de la selección mayor de Brasil en la Copa América de 1983, tras su éxito con el seleccionado de Kuwait en el Mundial de España'82.
Luego conquistar varias veces el torneo brasileño con el Fluminense de Río de Janeiro, la liga turca con el Fenerbahce (1996) y la Copa del Golfo Pérsico con Kuwait (1976 y 1982), el ex técnico del Valencia español y del estadounidense Metro Stars obtuvo en 2004, por primera vez, el título de la Copa América de Perú.
Campeón de la Copa Confederaciones Alemania 2005, con Brasil, Parreira, de 65 años, dirigió también a Emiratos Árabes en el Mundial de Italia'90 y a Arabia Saudí en el de Francia'98, donde se convirtió en el primer técnico de la historia mundialista en ser despedido en plena competencia.
Su casi seguro sucesor, de 60 años, dirige actualmente al Flamengo que está clasificado para la segunda fase de la Copa Libertadores y es finalista del Campeonato Carioca, torneo que ya ha ganado con los cuatro grandes de Río de Janeiro: Flamengo, Fluminense, Botafogo y Vasco da Gama.
La fama de 'Salva-equipos' se la ganó por evitar el descenso de varios conjuntos, entre ellos algunos grandes como el mismo Flamengo, América de Río de Janeiro, el paulista Guaraní de Campinas, Brasiliense de Brasilia, Internacional y Vitoria y Bahía, ambos de Salvador.
En el exterior, Santana estuvo al frente de los equipos Al Wasl (Emiratos Árabes), Al Hilal y Al Nasr (Arabia Saudí) y el Velgata Sedai (Japón).
Antes de dejar el cargo, Joel Santana dirigirá al Flamengo en las finales del Campeonato Estatal, contra el Botafogo, el 27 de abril y el 4 de mayo, y el partido contra el Coronel Bolognesi peruano, este miércoles en el estadio Maracanã, en el cierre de la fase de grupos de la Copa Libertadores. EFE
Nacido el 25 de diciembre de 1948 en Río de Janeiro, Joel Santana, como es conocido el entrenador maestro en el arte de motivar equipos en crisis y levantar jugadores desahuciados fue recomendado por el propio Parreira para continuar la preparación de la selección sudafricana.
"No voy a recibir otra propuesta de esas. Tengo que aprovechar", dijo hoy Santana al confirmar la oferta, que no ha podio rechazar, pese al dolor que dice sentir por dejar al Flamengo.
Santana pregona generalmente un estilo defensivo, exige de sus pupilos entrega al 200 por ciento para compensar las posibles deficiencias técnicas de sus jugadores o tácticas en su preparación.
Cumplidas estas premisas, concluye, su objetivo principal es prevenir del sufrimiento de su equipo ante rivales en mejores condiciones anímicas y futbolísticas en los torneos que disputa.
Parreira argumentó razones familiares para dimitir a partir del 2 de mayo próximo, y la prensa brasileña asegura que el motivo es un cáncer que afecta su esposa, Leila, quien reside en Río de Janeiro.
El entrenador saliente también había recomendado a su compatriota Abel Braga, con lo cual, la "línea brasileña" seguiría siendo el único camino hacia el próximo Mundial para la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA).
Parreira, preparador físico de profesión, pintor aficionado y escritor por vocación, asumió la dirección técnica de Sudáfrica después de conducir por segunda vez al seleccionado brasileño en un Mundial, el de Alemania 2006.
También entrenador de los equipos paulistas Sao Paulo, Santos y Corinthians, el estratega ganó con Brasil el Mundial de México'70, en el que participó como preparador físico, y el de Estados Unidos'94, en calidad de seleccionador.
Sin nunca haber jugado al fútbol profesional y, mucho menos, sin dirigir en Brasil, el joven Parreira -entonces con 25 años- asumió en 1968 el reto de convertirse en doble entrenador de la selección de Ghana y del club Kotoko de ese país africano, pero un año después retornó a Brasil como preparador físico.
El autor de 'Formando equipos vencedores', libro sobre superación personal y liderazgo, y 'Evolución táctica y estrategias de juego', se estrenó como técnico de la selección mayor de Brasil en la Copa América de 1983, tras su éxito con el seleccionado de Kuwait en el Mundial de España'82.
Luego conquistar varias veces el torneo brasileño con el Fluminense de Río de Janeiro, la liga turca con el Fenerbahce (1996) y la Copa del Golfo Pérsico con Kuwait (1976 y 1982), el ex técnico del Valencia español y del estadounidense Metro Stars obtuvo en 2004, por primera vez, el título de la Copa América de Perú.
Campeón de la Copa Confederaciones Alemania 2005, con Brasil, Parreira, de 65 años, dirigió también a Emiratos Árabes en el Mundial de Italia'90 y a Arabia Saudí en el de Francia'98, donde se convirtió en el primer técnico de la historia mundialista en ser despedido en plena competencia.
Su casi seguro sucesor, de 60 años, dirige actualmente al Flamengo que está clasificado para la segunda fase de la Copa Libertadores y es finalista del Campeonato Carioca, torneo que ya ha ganado con los cuatro grandes de Río de Janeiro: Flamengo, Fluminense, Botafogo y Vasco da Gama.
La fama de 'Salva-equipos' se la ganó por evitar el descenso de varios conjuntos, entre ellos algunos grandes como el mismo Flamengo, América de Río de Janeiro, el paulista Guaraní de Campinas, Brasiliense de Brasilia, Internacional y Vitoria y Bahía, ambos de Salvador.
En el exterior, Santana estuvo al frente de los equipos Al Wasl (Emiratos Árabes), Al Hilal y Al Nasr (Arabia Saudí) y el Velgata Sedai (Japón).
Antes de dejar el cargo, Joel Santana dirigirá al Flamengo en las finales del Campeonato Estatal, contra el Botafogo, el 27 de abril y el 4 de mayo, y el partido contra el Coronel Bolognesi peruano, este miércoles en el estadio Maracanã, en el cierre de la fase de grupos de la Copa Libertadores. EFE