Rijkaard asegura que no le afecta que se hable de una posible destitución
El entrenador del FC
Barcelona, Frank Rijkaard, se ha mostrado algo incómodo ante el
largo centenar de periodistas que ha presenciado la conferencia de
prensa del holandés en el campo del Schalke 04, especialmente cuando
le han insistido sobre si sentía que pesaba sobre él un ultimátum,
al señalar que nada de ello le afecta.
El técnico del Barcelona, no obstante, ha vuelto a tener unos golpes divertidos, como cuando se le ha recordado que en el descenso del avión de la expedición del Barça en el aeropuerto de Dusseldorf, su ayudante Juan Carlos Unzúe le había dicho si llevaba en la bolsa un paracaídas, supuestamente en alusión a la situación tensa por la que atraviesa Rijkaard, a lo que el ha respondido: "Tengo dos días".
Estas imágenes han sido emitidas por el canal catalán 'TV3', pero ante los medios en Alemania el entrenador ha bromeado al asegurar que lo que había dicho era que llevaba ropa "para dos días", deshaciendo el indicio de especulación que ya circulaba en Gelsenkinchen acerca de que el entrenador holandés había dicho medio en broma que le quedaban dos días en el club.
Al entrenador barcelonista se le ha insistido en si sentía que estaba en la cuerda floja y más cuando algunos medios ya hablaban abiertamente de su sustituto, Josep Guardiola, entrenador del FC Barcelona, información que el club ha desmentido a EFE esta tarde.
"No quiero entrar. No me parece el momento de hablar. Pasados unos días (de la derrota ante el Betis) no me parece bien. Mejor no entrar en esta dinámica", ha precisado Rijkaard cuando se le ha apuntado por si había contemplado la idea de dimitir.
"Queremos cumplir. No me afecta nada. Hay que reaccionar y seguir trabajando. Hay que intentar dar una gran imagen mañana", añadió un Rijkaard que, una vez más, se mostró comprensivo con las quejas y cierta ira expresada por algunos socios por el juego del equipo.
"Ha sido un poco duro y entendemos el cabreo y la rabia expresada. Están en su derecho. Y esto es una motivación añadida para nosotros", apuntó el entrenador barcelonista, que reclamó que sus jugadores no cayesen en el abatimiento.
De su equipo, el entrenador barcelonista está convencido de que tiene capacidad para aguantar los partidos, aunque sí que advirtió que el Barcelona no competirá en poderío físico con el Schalke mañana en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
"No tenemos que entrar en este juego. Nuestra fuerza es otra; jugar el balón", advirtió el entrenador, quien no se quiso pronunciar acerca de la alineación de Touré Yaya y Rafael Márquez, aunque se le entendió que es más que probable que pacte unos minutos en el campo, debido al estado físico de ambos, con problemas físicos y recién recuperado de una lesión, respectivamente. EFE
El técnico del Barcelona, no obstante, ha vuelto a tener unos golpes divertidos, como cuando se le ha recordado que en el descenso del avión de la expedición del Barça en el aeropuerto de Dusseldorf, su ayudante Juan Carlos Unzúe le había dicho si llevaba en la bolsa un paracaídas, supuestamente en alusión a la situación tensa por la que atraviesa Rijkaard, a lo que el ha respondido: "Tengo dos días".
Estas imágenes han sido emitidas por el canal catalán 'TV3', pero ante los medios en Alemania el entrenador ha bromeado al asegurar que lo que había dicho era que llevaba ropa "para dos días", deshaciendo el indicio de especulación que ya circulaba en Gelsenkinchen acerca de que el entrenador holandés había dicho medio en broma que le quedaban dos días en el club.
Al entrenador barcelonista se le ha insistido en si sentía que estaba en la cuerda floja y más cuando algunos medios ya hablaban abiertamente de su sustituto, Josep Guardiola, entrenador del FC Barcelona, información que el club ha desmentido a EFE esta tarde.
"No quiero entrar. No me parece el momento de hablar. Pasados unos días (de la derrota ante el Betis) no me parece bien. Mejor no entrar en esta dinámica", ha precisado Rijkaard cuando se le ha apuntado por si había contemplado la idea de dimitir.
"Queremos cumplir. No me afecta nada. Hay que reaccionar y seguir trabajando. Hay que intentar dar una gran imagen mañana", añadió un Rijkaard que, una vez más, se mostró comprensivo con las quejas y cierta ira expresada por algunos socios por el juego del equipo.
"Ha sido un poco duro y entendemos el cabreo y la rabia expresada. Están en su derecho. Y esto es una motivación añadida para nosotros", apuntó el entrenador barcelonista, que reclamó que sus jugadores no cayesen en el abatimiento.
De su equipo, el entrenador barcelonista está convencido de que tiene capacidad para aguantar los partidos, aunque sí que advirtió que el Barcelona no competirá en poderío físico con el Schalke mañana en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
"No tenemos que entrar en este juego. Nuestra fuerza es otra; jugar el balón", advirtió el entrenador, quien no se quiso pronunciar acerca de la alineación de Touré Yaya y Rafael Márquez, aunque se le entendió que es más que probable que pacte unos minutos en el campo, debido al estado físico de ambos, con problemas físicos y recién recuperado de una lesión, respectivamente. EFE