¿Ciegos, sordos y mudos?

Enviado por carlosefrain el Mié, 26/03/2008 - 13:08
El último partido del campeonato el domingo anterior, entre Emelec y Barcelona, tuvo acciones de todo tipo y, entre ellas, la jugada que terminó con la expulsión del arquero Elizaga y, la tarjeta amarilla, a Mondaini Y a Zárate. ¿Porqué una acción que parece consecuencia de un partido de fútbol, tiene tanta trascendencia? Simplemente, porque las sanciones de la Comisión de Disciplina de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, así lo han determinado.

La acción, para aquellos que vimos a través de la televisión y, que fue repetida en innumerables ocasiones, fue muy clara. Ante el centro de un jugador amarillo, Mondaini metió la mano y, desvió la pelota antes de que llegara el arquero Elizaga. El árbitro del partido, señaló el centro del campo y, según los relatos, el juez de línea, corrió hacia el centro. Es decir, señalaba el gol marcado. Se produjeron los reclamos de los jugadores de Emelec y, el portero Elizaga, atropelló al árbitro y, lo empujó con el pecho. Y, a continuación, el árbitro si empujó con sus manos a Elizaga e invalidó la anotación.

Fue expulsado el arquero de Emelec y, se sacó una amarilla al barcelonista Mondaini. Continuando el cotejo, el mismo que finalizó con el empate a un gol. Hasta ahí, todo normalidad. Pero, el día martes, la Comisión de Disciplina de la FEF, sancionó al arquero Elizaga con cinco fechas de inhabilitación (cuatro de sanción y, una por haber salido muy lento) y, se eliminó la tarjeta amarilla a Zárate y, se conoce que se pedirá la eliminación de la de Mondaini (?).

¿Cuál es la situación ahora? Muy simple. Todos los aficionados a quienes nos gusta el fútbol, discuten si la sanción fue justa o injusta, ya que la reglamentación dice "de un mes a un año, siempre que el árbitro no haya señalado en forma clara, la agresión, el empujón o el escupitajo" ante esta situación, veamos que dice el diccionario sobre estos términos utilizados: agresión, empujón, pechar.

"La agresión es un ataque no provocado o un acto belicoso y también la práctica o hábito de ser agresivo o belicoso. Para la psicología es una tendencia o conducta hostil o destructiva. La agresión verbal se utiliza en ocasiones para intimidar o coaccionar durante los entrenamientos físicos militares.

Dollard afirma que es cualquier secuencia de conducta cuya respuesta de meta es el daño a la persona a la que se dirige. Se ha polemizado sobre conductas agresivas: Archer y Browne (1989) establecen tres características del caso prototípico de agresión:

• Intención de causar daño
• Provocar daño real (no un mero aviso)
• La existencia de alteración del estado emocional (cólera u otros)

Geen hace una tajante distinción entre agresión colérica y agresión instrumental. La primera tiene un estado emocional negativo de cólera como reacción a alguna provocación previa y persigue causar daño que, mediante la agresión, pretenden anular a la persona."

"Empujón: impulso fuerte para mover algo" o "Avance o progreso rápido que se da a una obra".

"Pechar: empujar con el pecho".

Si analizamos cada uno de los términos señalados, podemos obtener las siguientes conclusiones:

1. Para mí, no existió una agresión. Lo que si hubo fue un empujón con el pecho.

2. Como la reglamentación establece la posibilidad de determinar la gravedad, ahí es donde se equivoca la Comisión de Disciplina. Pues, el árbitro señala muy claramente que fue agredido. ¿Porque la equivocación? Porque la reglamentación dice, que se puede analizar la gravedad, siempre que no sea claro el informe del árbitro. Sin embargo, el árbitro miente o no sabe el concepto de los términos en estudio.

3. Por lo tanto, la culpa es en la aplicación de la sanción. Ahora, ante la sanción impuesta, hay que respetarla.

4. Por la mentira y el empujón del árbitro, ¿no existe ninguna sanción?ç

El otro error, ¿cómo es posible que se elimine una tarjeta amarilla al señor Zarate y, se va a solicitar se elimine la de Mondaini. Eso mis amigos, es que según los miembros de la Comisión de Disciplina, todos somos, CIEGOS, SORDOS Y MUDOS.


Jorge García Romo
Lic. Prof. 17 - 523