La Intendencia de Santiago declaró de alto riesgo partido Colo Colo-Boca Juniors
La Intendencia (gobernación) de
Santiago declaró hoy "de alto riesgo" el partido que jugarán mañana
en la capital chilena Colo Colo y Boca Juniors, de Argentina,
correspondiente al Grupo 3 de la Copa Libertadores.
La medida supone la adopción de una serie de medidas de seguridad adicionales a las habituales, con el fin de resguardar la seguridad de la gente y la normalidad del espectáculo.
Según fuentes de la Intendencia, la idea es prevenir eventuales enfrentamientos entre las barras, sobre la base de los incidentes protagonizados recientemente en Buenos Aires por hinchas "xeneizes", enzarzados en disputas internas, que dejaron 193 detenidos.
Además, la barra del Colo Colo conocida como "La Garra Blanca" está considerada una de las más violentas de Chile y exhibe un largo prontuario de desmanes en los últimos años.
La ley contra la violencia en los estadios vigente en Chile entrega a las autoridades administrativas la facultad de calificar los partidos (normal, de alta convocatoria o de alto riesgo) e incluso de modificar el horario de algún partido o vetar un estadio.
La calificación de alto riesgo permite a Carabineros establecer un amplio dispositivo de seguridad para hacer cumplir las condiciones fijadas para el encuentro.
En el caso del Colo Colo-Boca Juniors, que se jugará a las 21:40 horas del jueves (00:40 GMT del viernes) en el Estadio Municipal de Santiago, la autoridad dispuso un máximo de 45.000 entradas, hasta las 16:00 horas del jueves (19:00 GMT).
Las puertas del estadio de abrirán tres horas antes del encuentro y desde ese momento y hasta tres horas después de finalizado estará prohibida la venta de alcohol en un perímetro de cinco cuadras en torno al recinto, situado en el sector santiaguino de Macul.
También se dispondrán rutas de entrada y salida diferenciadas para los seguidores de ambos equipos y habrá controles de identidad aleatorios en los accesos, además de sistemas de Rayos X para evitar el ingreso de armas o de cualquier elemento que pueda ser empleado como tal.
También se dispuso una coordinación de los servicios se transporte (Metro y locomoción colectiva) para facilitar los desplazamientos del público y para reforzar la acción policial, el club Colo Colo deberá aportar un mínimo de 250 guardias privados.
El club anfitrión también deberá garantizar la seguridad de los autobuses que transporten a los hinchas visitantes y el correcto funcionamiento de las cámaras de vigilancia en el interior del estadio. EFE
La medida supone la adopción de una serie de medidas de seguridad adicionales a las habituales, con el fin de resguardar la seguridad de la gente y la normalidad del espectáculo.
Según fuentes de la Intendencia, la idea es prevenir eventuales enfrentamientos entre las barras, sobre la base de los incidentes protagonizados recientemente en Buenos Aires por hinchas "xeneizes", enzarzados en disputas internas, que dejaron 193 detenidos.
Además, la barra del Colo Colo conocida como "La Garra Blanca" está considerada una de las más violentas de Chile y exhibe un largo prontuario de desmanes en los últimos años.
La ley contra la violencia en los estadios vigente en Chile entrega a las autoridades administrativas la facultad de calificar los partidos (normal, de alta convocatoria o de alto riesgo) e incluso de modificar el horario de algún partido o vetar un estadio.
La calificación de alto riesgo permite a Carabineros establecer un amplio dispositivo de seguridad para hacer cumplir las condiciones fijadas para el encuentro.
En el caso del Colo Colo-Boca Juniors, que se jugará a las 21:40 horas del jueves (00:40 GMT del viernes) en el Estadio Municipal de Santiago, la autoridad dispuso un máximo de 45.000 entradas, hasta las 16:00 horas del jueves (19:00 GMT).
Las puertas del estadio de abrirán tres horas antes del encuentro y desde ese momento y hasta tres horas después de finalizado estará prohibida la venta de alcohol en un perímetro de cinco cuadras en torno al recinto, situado en el sector santiaguino de Macul.
También se dispondrán rutas de entrada y salida diferenciadas para los seguidores de ambos equipos y habrá controles de identidad aleatorios en los accesos, además de sistemas de Rayos X para evitar el ingreso de armas o de cualquier elemento que pueda ser empleado como tal.
También se dispuso una coordinación de los servicios se transporte (Metro y locomoción colectiva) para facilitar los desplazamientos del público y para reforzar la acción policial, el club Colo Colo deberá aportar un mínimo de 250 guardias privados.
El club anfitrión también deberá garantizar la seguridad de los autobuses que transporten a los hinchas visitantes y el correcto funcionamiento de las cámaras de vigilancia en el interior del estadio. EFE