El partido amistoso entre Ecuador y Argentina, celebrado en Chicago, nos brindó una demostración mediana de nivel futbolístico de ambas selecciones. El marcador final fue 1-0 a favor de Argentina, con pocas emociones en las áreas, particularmente de la albiceleste.
Desde el inicio, Argentina dominó la posesión del balón, con un control casi absoluto en los primeros minutos. Jugadores clave como Leandro Paredes, Lisandro Martínez, y Rodrigo De Paul mostraron su capacidad para manejar el juego desde el medio campo, impidiendo que Ecuador pudiera tomar posesión del balón de manera significativa.
Ecuador, por su parte, demostró un sólido trabajo defensivo. Hernán Galíndez, capitán del equipo ecuatoriano, tuvo varias intervenciones importantes que mantuvieron a su equipo en el juego. Moisés Caicedo y Piero Hincapié fueron vitales en el medio campo, frenando los avances de los argentinos y recuperando balones en zonas críticas.
El único gol del partido llegó en el minuto 39, cuando Ángel Di María, capitán de Argentina, realizó una jugada individual impresionante que culminó con un tiro preciso al segundo palo, venciendo al portero Galíndez. Di María, a lo largo de su carrera, ha sido un jugador notable y esta actuación no fue la excepción, mostrando su calidad técnica y experiencia en momentos decisivos.
Ecuador tuvo momentos en los que presionó arriba y trató de recuperar el balón rápidamente, especialmente a través de jugadores como Jeremy Sarmiento y Kendry Páez. Sin embargo, la falta de un delantero con mayor presencia en el área fue evidente. Sarmiento, actuando como falso nueve, no pudo generar suficiente peligro contra la defensa argentina.
En términos tácticos, Ecuador jugó con una línea de tres defensores (Torres, Pacho e Hincapié) y utilizó carrileros como Ángelo Preciado y Alan Minda. Aunque este esquema defensivo funcionó bien para mantener cerradas las líneas y evitar mayores goles, la ofensiva ecuatoriana fue débil, con muy pocas ocasiones claras de gol.
En resumen, el partido destacó la solidez defensiva de Ecuador y la superioridad técnica de Argentina, especialmente en el ataque. El gol de Di María fue un reflejo de la diferencia en calidad y experiencia entre ambos equipos. Este amistoso sirvió como preparación importante para la Copa América, donde ambos equipos buscarán mejorar y ajustar sus estrategias para enfrentar a otros contendientes.