En la Bundesliga si un jugador comete un penal y es expulsado sería sancionado con un partido más si el portero de su equipo ataja el penal o el jugador que ejecuta la pena máxima falla el tiro.
La regla se encuentra completamente en vigor, pero desapercibida por casi todos y fue recién en el partido entre el Bayern München frente al Schalke 04 donde empezó a causar polémica. Corría el minuto 16 y Boateng derribó a Sidney Sam dentro del área, el árbitro decretó penal y expulsó al jugador alemán, Choupo-Moting fue el encargado de ejecutar el cobro desde el manchón penal y Neuer lo detuvo.
La atajada del portero fue un algo positivo para no afectar el marcador del Bayern y no transcendió a más, pues se creía que Boateng como máximo recibiría dos partidos de sanción porque ha sido reincidente.
Pero no todo fue como se esperaba el jugador de la Selección Alemana recibió tres partidos de sanción: uno por ser expulsado, otro por reincidencia y el tercero por la regla.
La regla implica que se debe sancionar un tercer partido debido a que el equipo beneficiado con el penal no ha obtenido el premio y se castiga al jugador expulsado que fue quien impidió que el equipo rival consiga marcar.
Por su parte el Bayer recurrió a la apelación de la sanción y consiguieron que le quitaran el partido por reincidencia, pero el partido de sanción por dicha regla sí la recibe.
Los clubes teutones han empezado a moverse para que se dé la abolición de esta regla que es considerada por fuera de lugar y que atenta con la ética deportiva del fútbol.
Neuer que fue quien atajó el penal y “perjudicó” a Boateng, habló acerca de la regla calificandola como algo sin sentido que debe ser anulado de inmediatamente.
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