La polémica alrededor de la FIFA, que mantiene a varios de sus dirigentes apresados en Suiza, con Joseph Blatter en el punto de mira y una investigación del FBI todavía amenazando con sacar a la luz nuevos escándalos, vivió un nuevo capítulo al conocerse que la multinacional VISA, uno de los grandes patrocinadores del órgano futbolístico mundial, ha exigido "un cambio" en sus estructuras.
El mensaje de Visa a la FIFA es claro, o limpia la casa a fondo o actuará en consecuencia. Es algo que también exigen Coca-Cola y McDonald´s, también grandes patrocinadores de los eventos que organiza el organismo que gobierna el fútbol a escala mundial, que muestran su "descontento y preocupación" por la situación actual de la FIFA. Coindicen en que lo hecho hasta ahora tras el estallido del escándalo de los sobornos deja mucho que desear y piden que se establezca un comité verdaderamente independiente que dirija la reforma.
El criticismo hacia el organismo dirigido por Sepp Blatter sube de tono, mientras el suizo se aferra a seguir en el cargo de presidente hasta febrero pese a la presión creciente para que dimita. Charlie Scharf, consejero delegado de Visa, sin anunciarlo, todavía, públicamente, confían en la inmediata salida de Blatter de la presidencia, y aprovechó la presentación de los resultados de la sociedad ante los analistas de Wall Street para poner el grito en el cielo. “Creemos que una reforma amplia no es posible bajo el liderazgo actual de la FIFA”, dijo con rotundidad el ejecutivo.
Scharf se despachó a fondo. Pidió que la FIFA se aplique los mismos estándares de conducta que sigue la compañía y que exige a todos sus clientes. “Buscamos asociarnos con aquellos que piensan y actúan como nosotros. Pero no creo que la FIFA esté a la altura”, reprochó a Blatter.
El ejecutivo de VISA se mostró "sorprendido" y "decepcionado" ante lo que consideró una "insuficiente respuesta oficial a raíz del escándalo, que demuestra que FIFA no es consciente de la importancia de los cambios que se necesitan", dando por hecha la necesidad de crear "una tercera comisión independiente" que regule el organismo.
A partir de ahí, la dirección Visa pide que se establezca una comisión de líderes “imparciales” que formulen el curso de la reforma a seguir. Es algo que también reclaman Coca-Cola y McDonald´s, así como la compañía de indumentaria deportiva Adidas desde Alemania. “Queremos estar orgullosos de nuestra asociación con la FIFA”, concluyó antes de dar paso a las preguntas de los analistas de Wall Street. Pero de momento, no hay una amenaza clara de abandono.
Más bien todo lo contrario, porque la intención de las tres grandes compañías estadounidenses es seguir trabajando estrechamente con la FIFA. El organismo tiene previsto reunirse este mes de agosto con los patrocinadores para discutir con ellos los planes de reforma. Visa y Adidas desembolsan más de 30 millones de dólares al año en base al actual acuerdo de patrocinio. En el caso de Coca-Cola, McDonald´s y Budweiser se acerca a la veintena de millones.
A través de los patrocinadores, la FIFA se embolsó cerca de 1.600 millones entre 2011 y 2014, según la consultora IEG. En paralelo, el supervisor del sector financiero en Nueva York acaba de requerir información a los grandes bancos de Wall Street citados en la demanda de la fiscalía para tratar de entender si sabían que las transacciones que estaban haciendo con dinero de la FIFA eran ilícitas y violaban la legislación contra el pago de sobornos.
La puesta en escena de la empresa líder en sistemas de pago se suma a la queja mostrada por Coca-Cola, que la semana pasada solicitó "profundas reformas" en la FIFA y exigió "personas imparciales para supervisar la necesaria reforma de la FIFA" para "recuperar la confianza perdida".
Fuente: deportes.elpais.com