La programación discrecional de partidos y la designación a dedo de árbitros que ejecutaba Grondona, con la participación del empresario Burzaco, al descubierto en un programa de televisión.
Todo bajo sospecha. Con el estallido del FIFAgate, en mayo pasado, el fútbol es pura desconfianza. En la Argentina y también en el resto del planeta. Resultados, designaciones, operaciones que son investigadas y enseñan que la pelota está manchada. Lo que antes se ofrecía como presunciones se va convirtiendo en una verdad que profundiza la crisis. La Asociación del Fútbol Argentino no está fuera de esa órbita de suspicacias. La acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos desató la tormenta a nivel global, mientras que en el país la divulgación de escuchas telefónicas ensombrece un poco más el panorama, expone la falta de transparencia, los manejos espurios entre dirigentes, la participación de empresarios en determinaciones de programación y hasta el acuerdo para imponer, a dedo, árbitros en ciertos encuentros.
La AFA y las oscuras rutas del dinero que genera el fútbol, la AFA y sus manejos discrecionales. El programa La Cornisa TV, de América, reveló anoche diálogos que dejan al descubierto la manipulación de los horarios de los partidos y prueban la estrecha relación entre el presidente de la AFA Julio Grondona y Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos, que cumple arresto domiciliario en Villa Anina, en Italia; también, cómo Grondona resolvía la designación de árbitros, junto con Abel Gnecco, representante argentino en el Comité de Árbitros de la Conmebol y director de la Escuela de Árbitros de la AFA. En las escuchas que emitió el programa se reproducen conversaciones acerca de un intento de incentivación a los jugadores de Colón para que le ganen a Argentinos, y así ayudar a que Independiente evitara el descenso.
El fútbol argentino pasaba por Grondona, a quien todos recurrían para solucionar sus problemas económicos, pero también para que el presidente les tendiera una mano en situaciones que no salían a la superficie. La conversación con un empleado de la AFA, con la participación de Burzaco, para programar un partido de San Lorenzo, que se oponía a jugar un lunes, un síntoma del manejo discrecional que tenía la máxima autoridad del fútbol criollo. En la charla, Grondona entrega instrucciones para que se falsee la posibilidad de que el Ciclón juegue en su cancha el fin de semana, por la fecha 17 del torneo Final 2013. Sin consultar a los organismos de seguridad, resuelve que figure una nota de la policía para negar la posibilidad de instrumentar el operativo para ese encuentro un sábado o domingo [ver aparte]. La aparición de Burzaco resalta el poder y la toma de decisiones del empresario.
La escucha con Gnecco deja al descubierto cómo se actúa para resolver qué árbitro debe dirigir para contentar a las partes. Primero, el diálogo se concentra en el controvertido desempeño del paraguayo Carlos Amarilla en la eliminación de Corinthians a manos de Boca; luego, cómo digitan para que Mauro Vigliano y Germán Delfino conduzcan los cotejos por los cuartos de final entre los xeneizes y Newell's por la Copa Libertadores de 2013. En la charla, Grondona pide que también aparezca Diego Ceballos como tercera opción y desestima a Patricio Loustau, ya que dirigiría a los rosarinos, con Lanús, días antes. "Con esos tres manejate los dos partidos", le aconseja Grondona a Gnecco.
En el intento de incentivación para los jugadores de Colón, aparecen un empresario hincha de Independiente, un reconocido representante y agente de futbolistas, y hasta el ex presidente del club santafecino y ex secretario de selecciones nacionales Germán Lerche, que desde Guatemala se compromete a actuar para favorecer el arreglo.
Nuevos capítulos de viejas situaciones que el tiempo y las investigaciones fueron desvistiendo. El fútbol argentino bajo sospecha, presunciones que se fueron convirtiendo en una triste verdad.
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Tomado: canchallena.lanacion.com.ar
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