Sobre el final del primer tiempo del partido entre Delfín y Macará, en el Estadio Jocay, la Policía Nacional tuvo que intervenir para controlar a jugadores y cuerpo técnico de ambos planteles. El árbitro decidió expulsar a los entrenadores de ambas escuadras. Sobre este hecho, Paúl Vélez, estratega de los macareños, reconoció que actuó mal pero aseguró que el arbitraje no fue bueno.
Después del compromiso, el profesional ecuatoriano fue entrevistado por Radio Stereo Fiesta. Después de analizar el juego, en el que dijo que su equipo fue superior y mereció ganar, se refirió a los incidentes. "Como les decía a los jugadores, déjenme que pierda la cabeza yo, ustedes no la pierdan. Creo que el arbitraje en el primer tiempo quería hacer algo extra de lo futbolístico. Mis jugadores estaban perdiendo la cabeza, nos sacaron amarillas incomprensibles. Se complicó mucho", señaló.
Según el técnico, él intentó quitarle la pelota a Jordan Sierra, nunca lo golpeó y el jugador luego le lanzó el balón. Acusó que fueron sus rivales quienes causaron el 'relajo'. "El árbitro injustamente nos expulsa, no sé si gente del otro equipo también los expulsaron, porque se vinieron ellos a armar el relajo y nos expulsan a nosotros. Como sea querían que perdamos este partido, no perdimos, pudimos haber ganado en contra de todo", afirmó Vélez.
En su intervención también expresó que el balompié nacional tiene muchos problemas, aunque enfatizó cuáles. "Sabemos que es así y va a seguir así (lleno de problemas), en el fútbol ecuatoriano está podrido todo. Uno no tiene pruebas para poder demostrar, pero cuando pasa de equipo en equipo se va enterando de muchas cosas", manifestó el entrenador.