El expresidente chulla, Santiago Ribadeneira, conversó con los colegas de Área Deportiva acerca del difícil momento deportivo y económico que vive el equipo de la ciudad, y la salida que él ve a la crisis.
"La verdad yo me mantengo totalmente al margen dejando que quien tiene este rato la responsabilidad haga la tarea", aseguró acerca de la gestión actual al frente del club, la misma que calificó como "una tarea valiente".
"No voy a comentar de la situación que vive el Quito este momento en la parte económica", aclaró, "lo que sí me ratifico es que el Quito perdió dos grandes oportunidades".
[entrevista=390042,ancho=275,flotar=izq]Recordó esas oportunidades, "en 2009 cuando tuvo un socio capitalista que quiso invertir", refiriéndose a la SEK que invirtió en el Unión Española de Chile y tuvo la intención de hacer lo mismo en Deportivo Quito, para ello hacía falta que se pueda cambiar la estructura del fútbol y convertir a los equipos en soceidades anónimas, desafortunadamente "el Quito no pudo hacerlo por el capricho de ciertas personas".
En su criterio la otra oportunidad se produjo "el año pasado viendo la tendencia desastrosa de la economía del Quito, decidimos tomar el riesgo y proponer una solución estructural frenando la presión de los acreedores". Esa solución incluía la posibilidad de una suspensión, como en efecto ocurrió, para que los acreedores se dieran cuenta de la situación y dieran facilidades al club para cumplir; "lamentablemente no cuajó, las mismas personas no facilitaron el proceso".
"El Quito siguió con el mismo modelo asesino", afirmó, "que dirigentes pongan dinero a cambio de nada es inaceptable".
"La creacion de la Liga Profesional va a forzar a vencer los impedimentos que han tenido los clubes para que se conviertan en sociedades anónimas", opinó, "hay una sola solución ahora... ojalá esté a tiempo y logre esa ansiada conversión".
Ejemplificó su posición con el caso de "Colombia, de un caos total se incentivó a los equipos, con ayudas financieras, a que arreglen sus pasivos con garantías de los accionistas", y ahora el fútbol colombiano vive una época de bienestar.
También fue crítico con "los malos hinchas", aquellos "que nunca ponen recursos pero sí se llenan la boca con recomendaciones".
Y fue enfático, "no solo el Quito sino el fútbol ecuatoriano con este modelo está condenado".
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