Es un hombre activo, que se asfixia con el sedentarismo. El deporte, y en particular el fútbol, llenó sus días desde pequeño, cuando en Cafferata, en la provincia de Santa Fe, peloteaba en los terrenos baldíos. Por eso, Gustavo Quinteros, el director técnico de la selección de Ecuador, hoy se siente atado y ansioso, porque la rotura parcial del tendón de Aquiles del pie izquierdo, lesión que sufrió el 16 de septiembre pasado, mientras jugaba al fútbol con amigos, una actividad que cumplía todas las semanas, le impide moverse con libertad. Intenta tomarse el contratiempo con humor: "Otra vez con las muletas, como hace dos años, cuando me operé por un bloqueo de meniscos en la rodilla derecha. Las usé y no me fue tan mal", le comenta a LA NACION, durante un alto en la sesión de análisis de videos de los recientes partidos de la Argentina, tarea que realiza junto con Marcelo Álvarez, el preparado de arqueros del plantel.
El grato recuerdo remite al bicampeonato que ganó con Emelec, títulos que lo consagraron como el primer entrenador de ése club en encadenar dos campeonatos en la historia. Pero el presente de Quinteros, que cursó materias de la carrera de Farmacia y Bioquímica en la Universidad de Rosario, mientras estaba en las divisiones inferiores en Newell's, donde fue dirigido por Bielsa, se concentra en el debut de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 , el jueves, desde las 21, en el Monumental. "Terminamos jugando bien con México, el último partido de la Copa América, y sostuvimos el nivel con Honduras, en la pasada fecha FIFA. Estoy esperanzado que, a partir de ahí, el equipo empezó a reconocerse en la cancha. Esperemos que con la Argentina y Bolivia juguemos con esa intensidad y la misma disciplina táctica. En el primer partido tendremos que estar muy ordenados, defender lejos de nuestro arco y cortar los circuitos de pases, porque la Argentina tiene mucho juego colectivo", señala, sobre la preparación y la planificación para dar el golpe.
-¿Qué análisis hiciste de la Argentina en la Copa América y de los amistosos con Bolivia y México?
-Es un equipo que viene de un proceso largo, porque con distintos mecanismos hay una idea parecida de juego entre lo que desarrolló Sabella y realiza ahora Martino. Mirás los nombres y son casi los mismos, entonces hay una consolidación y un conocimiento, además de la experiencia, porque vienen de jugar una final de un Mundial y vuelven a una final de Copa América. Por cosas del fútbol no pudo ser campeón, pero en mi concepto es el mejor equipo de Sudamérica de los últimos años.
-¿Te sorprendió el rendimiento en la final con Chile?
-Podría haber dado más en lo futbolístico, pero fue la manera de jugar de Chile lo que hay que resaltar: presionó en todo el campo, cortó el circuito de pases. Los dos podrían haber sido campeones, fueron las mejores expresiones del torneo.
-¿Lo que hizo Chile es lo que pretendés ejecutar en el Monumental?
-Chile debía arriesgar, era local, y tiene un proceso muy largo y bueno, en el que los jugadores saben qué tienen que hacer en cada sector del campo. Eso te da una confianza extra para realizar ese trabajo de presión, de robarle la pelota a la Argentina. Eso es lo que nosotros deberíamos lograr en el futuro; hoy, vamos a buscar una zona del campo donde nos podamos sentir cómodos para presionar y robar la pelota, cortarle el juego. Será en una zona intermedia, pero alejada de nuestro arco, para que al robar no tengamos que hacer un recorrido muy largo para ir al área rival.
-La ausencia de Messi, ¿qué te modifica?
-En el juego colectivo, poco, porque quien entre desarrollará la función colectiva que necesita el equipo. Después, Messi, como ningún otro, desequilibra de manera individual y te hace un gol o te da un pase gol y eso sí que no lo hace cualquiera: son particularidades que solamente Leo puede ejecutar. Argentina pierde esas virtudes que le ofrece Messi, pero lo que no pierde es el circuito asociado, porque siempre te crea mucho riesgo.
-Disentís con quienes opinan que la Argentina depende de Messi.
-Seguro, pensar que la Argentina depende de Messi es desconocer el medio. La Argentina ya demostró tener un muy buen juego de conjunto, con un nivel elevado, sin Messi. Para sacar un buen resultado, Ecuador tiene que estar en un 100% de sus posibilidades. Hay que jugar con extrema disciplina táctica y sin cometer errores, porque juegue Messi o no, la Argentina es un equipo con grandes jugadores. Juegue o no, nosotros lo tomamos con ilusión, como un desafío, porque vamos a sufrir los ataques argentinos esté o no Leo. Deberemos estar muy sólidos.
-Tus dos últimas experiencias oficiales como DT de Bolivia en la Argentina fueron satisfactorias, con empates. ¿Encontrás similitudes entre aquel proceso y este en Ecuador?
-Aquellos dos partidos los trabajamos muchísimo, y con tiempo. Para el de la Copa América de 2011 estuvimos 18 días trabajando en la Argentina, era el primer partido del campeonato. Lo preparamos en todos los detalles, nos salió casi perfecto y así sacamos un empate (1-1, en La Plata); después, ya para las eliminatorias, el técnico de la Argentina era Sabella, y fue lo mismo: fue un partido táctico en el que se cumplió con lo planificado. Si logramos que los jugadores estén al máximo de las condiciones podremos sacar un buen resultado; eso sí, te equivocás dos veces y perdés. Nuestro objetivo es apostar a jugar bien y, a partir de esa premisa, empezaremos a sacar buenos resultados.
-¿Qué te genera jugar contra la Argentina?
-Y muchas cosas, porque somos todos hinchas, pero como profesional tengo que tratar de ganarle. Jugar con la Argentina es la única vez en la vida que mi familia no me acompaña ni para un empate [risas]. Para nosotros, como grupo, sería fantástico sacar un buen resultado. Sería muy lindo y motivador para lo que viene, porque a pesar del poco tiempo de trabajo vamos convenciéndonos para el futuro.
-¿Qué le falta a Ecuador para sentarse en la mesa de los grandes?
-Estamos cada vez más cerca, quedó demostrado en las eliminatorias pasadas. Hay más jugadores en el exterior, jugando en ligas competitivas, y eso fortalece a la selección, su nivel, porque los jugadores se acostumbraron a jugar con otra intensidad. Todo lo que signifique exigencia para nosotros es bienvenido, ya sea un entrenamiento o un partido, porque así el futbolista nos llega muy bien preparado. Nuestra idea es durante el ciclo convocar a jóvenes para que vayan adquiriendo los sistemas de trabajo de la selección, porque a lo largo del proceso los vamos a necesitar.
Un nuevo desafío ensaya Quinteros: modificó la idea de juego que desarrolló durante los últimos 16 años Ecuador, que en ese tiempo se apoyó en la escuela colombiana y se clasificó a tres Mundiales, con el objetivo de sacar boleto para Rusia.
Fuente: Cancha Llena