La sombra de la sequía goleadora planea sobre la selección de Ecuador de cara al inicio del Mundial. El combinado tricolor tan sólo ha sabido firmar un par de tantos en los últimos seis encuentros oficiales, dejando así unos números que invitan a la preocupación y que pone en entredicho la efectividad de su juego de ataque. Con este escenario de por medio, el extremo Ángel Mena ha comparecido en rueda de prensa para transmitir el optimismo que vive el equipo y la confianza que tienen los jugadores en el plano ofensivo.
El futbolista del conjunto mexicano Club León, que es uno de los hombres más determinantes del dibujo de Gustavo Alfaro, tiene claro que el plantel cuenta con calidad de sobra para sembrar el miedo en las porterías rivales. En este sentido, Mena ha resaltado los buenos registros que acumula su compañero Enner Valencia con su club de origen, el Fenerbache turco, donde esta temporada ha conseguido marcar quince dianas en veintidós partidos, dejando así un promedio de casi 0,7 goles por encuentro. Su efectividad es tan alta que los pronósticos de las casas de apuestas deportivas en Ecuador ya lo sitúan como el aspirante perfecto para convertirse en el máximo goleador ecuatoriano del campeonato.
Distinta suerte han corrido los demás delanteros ecuatorianos en sus respectivas ligas, cuyas cifras son tan escasas como las que presentan a nivel internacional. Basta con poner el foco sobre el propio Ángel Mena, que con Club León sólo ha materializado un tanto en catorce duelos disputados. Por su parte, Michael Estrada lleva tres en once fechas con Cruz Azul, mientras que el capitán Djorkaeff Reasco ha hecho únicamente un gol con Newell’s en una docena de encuentros. Con esta trayectoria tan lánguida frente al arco, no resulta extraño que el aficionado desconfíe de la definición tricolor.
A sólo unos días de inaugurar la cita mundialista frente a Qatar en el estadio Al Bayt, la selección de Ecuador vive sus últimos entrenamientos con el peso de la estadística. Para el estreno contra el anfitrión, el cuadro dirigido por Alfaro sólo ha jugado un amistoso en toda la temporada otoñal, y no precisamente dejando buenas sensaciones. Fue contra Irak el pasado día doce de noviembre en la capital de España, donde la Tri no fue capaz de superar el empate a cero, fallando además un penalti que pudo darle la victoria en el último suspiro. El problema es más que evidente en una delantera que lleva más de cinco meses sin ver puerta, más de doscientos setenta minutos desde la última vez que celebró un gol.
La serie de amistosos premundialistas arrancó en el mes de junio, justo después de que Ecuador logrará acceder a la Copa del Mundo tras quedar en cuarta posición en la tabla clasificatoria de la Conmebol, por detrás de Brasil, Argentina y Uruguay. El primer choque fue contra Nigeria en Estados Unidos y se saldó con victoria ecuatoriana gracias a un gol de Pervis Estupiñán en los primeros minutos de juego. Tres días más tarde llegó el turno de medirse a México y sellar el primer 0-0 del verano. Luego vino el triunfo ante Cabo Verde por 1-0, con un lanzamiento de penalti transformado por Jordy Caicedo y con un esquema táctico bastante resuelto en términos de posesión. El mes de septiembre acabó igualmente con empates sin goles, esta vez contra Arabia Saudita y Japón, confirmando así la mala racha por la que atraviesa el equipo.
Más allá de resultados, la lectura optimista de Ángel Mena está hecha desde el interior del vestuario, con el entusiasmo de quien cree en segundas oportunidades y sosteniendo siempre la confianza en un grupo que ha sabido aterrizar invicto en la Copa del Mundo. Las labores defensivas de Ecuador están siendo inmejorables. El conjunto sabe mover su zaga en bloque como pocos lo hacen, desde el repliegue preciso y la contundencia exacta cuando toca cerrar atrás. Los de Alfaro han mantenido su portería a cero en los últimos seis partidos, lo que no deja de ser una excelente noticia para asumir la programación que aguarda en el grupo A: Qatar, Senegal y Países Bajos.
Ángel Mena es consciente de que la apertura del torneo frente a la escuadra qatarí no supondrá una disputa sencilla. El guayaquileño sabe que su rival estudia cada partido al detalle antes de jugarlo y que suele saltar al césped habiendo analizado las fortalezas y las debilidades de su oponente. Además, jugar de anfitrión es siempre un valor añadido, por lo que Ecuador tendrá que afinar bien la puntería si pretende sumar puntos en su debut. Si bien es cierto que en fútbol no existe una fórmula mágica, Mena se atreve a perfilar alguna fórmula que podría dar sus frutos en la creación de ocasiones de peligro: aprovechar las jugadas a balón parado y buscar el contragolpe a partir de transiciones rápidas. Del resto, aunque sea en la distancia, deberá ocuparse la afición.