Una docena de casos de COVID-19, incluidos ocho entre jugadores. Una goleada de 3-0 en el partido inaugural ante el anfitrión. Un compromiso ante una Colombia en trayectoria ascendente, lista para atacar y poner un pie en la siguiente fase.
Venezuela llegó a Goiania en el papel de víctima. Wuilker Faríñez tenía otro plan: Ser el héroe.
El arquero prodigó un espectáculo acrobático para repeler un disparo tras otro, y una Vinotinto encerrada a piedra y lodo consiguió el jueves el empate 0-0 ante Colombia, para sumar su primer punto en esta Copa América.
“Fue un punto importante para nosotros, a pesar de las dificultades que hemos pasado para esta Copa América”, dijo Faríñez en la entrevista sobre la cancha para la transmisión oficial. “Nos ha costado por el tema de salud... Este empate se lo debemos a todo el equipo, al sacrificio, al esfuerzo, a los que nos están acompañando y nos están viendo desde casa, desde el hotel. Esto también es para ustedes”.
Sitiada en su arco durante todo el encuentro, Venezuela consiguió un punto que pocos presupuestaban para una selección que tuvo que convocar de emergencia a 15 jugadores a fin de cubrir las bajas que dejó el coronavirus en su plantel.
Colombia arribó en cambio invicta en los tres partidos que habían marcado el comienzo de la gestión de Reinaldo Rueda, incluida la victoria por 1-0 sobre Ecuador el domingo.
En consecuencia, Venezuela se plantó atrás desde los primeros minutos, mientras Colombia tomaba la iniciativa del partido.
Pero las estadísticas reflejan fielmente el grado de frustración que la igualdad le deja a una Colombia que realizó 23 remates, incluidos ocho al arco, contra apenas dos de Venezuela, ninguno de los cuales llevaba destino de gol.
“No tuvimos suerte en el momento de anotar, lamentablemente no concretamos pero vamos bien y tenemos cerca el paso a la siguiente fase”, comentó Duván Zapata, el delantero colombiano del Atalanta.
Faríñez comenzó su exhibición controlando un derechazo del propio Zapata a los 4 minutos y logró una gran desviada a los 23, tras un tiro de Edwin Cardona con poco ángulo.
Al comienzo del complemento llegó la jugada más espectacular del encuentro en un vacío Estádio Olímpico Pedro Ludovico Teixeira. Faríñez mostró reflejos felinos para enviar a corner con las uñas de la mano derecha una chilena de Mateus Uribe.
Exasperado, Rueda realizó un par de sustituciones para mejorar el ataque a los 62 minutos. Luis Muriel dejó su lugar a Leandro Campaz, mientras que Cardona fue reemplazado por Luis Fernando Díaz.
Once minutos después, el estratega buscó refrescar nuevamente la ofensiva, con el ingreso de Miguel Borja por Zapata. Lejos de ganar eficacia, Colombia se fue hundiendo en el desorden y el desánimo ante un arquero que prodigó al menos una decena de intervenciones meritorias.
“Colombia tuvo paciencia, creó oportunidades, pero no las convirtió... podíamos llevarnos los puntos pero el arquero Wuilker Faríñez atajó todo y fue muy importante en el 0-0", dijo Muriel. “Intentamos por todas las vías vencerlo pero fue imposible”.
Como resultado de la desesperación, los jugadores colombianos entraron en el juego rudo del que se valió Venezuela en el segundo tiempo, durante el que hubo siete amonestados, incluidos cinco de la selección dirigida por el portugués José Peseiro.
Díaz recibió la roja directa en el descuento, por un planchazo sobre Francisco La Mantía para que Colombia claudicara definitivamente en la búsqueda de la victoria.
“Felicito a Colombia por la concentración, cómo propuso el partido, se generó buen volumen ofensivo y necesitamos mejorar la finalización”, valoró Rueda en la videoconferencia de prensa. “También al arquero rival por su gran actuación. Nos privó de poder celebrar un gol".
A un minuto de la conclusión, Faríñez repelió un último remate de Uribe, a quemarropa desde el borde del área chica.
Colombia llegó a cuatro puntos, con los que tomó provisionalmente el primer puesto del Grupo B. Brasil, que se medía más tarde con Perú, podría rebasar a la selección cafetera más tarde.
Nieto de colombianos, Faríñez defendió el arco de Millonarios de Bogotá de 2016 a 2020, cuando emigró al fútbol francés.
Hace exactamente un año, convalecía de coronavirus, que se le detectó a su llegada a Francia. Ahora, salvó a una Venezuela que prescindió de sus servicios en el duelo ante Brasil, colocando en el arco a Joel Gaterol.
Y el guardameta de 1,75 metros de estatura confía en que la sorpresa venezolana no quede ahí.
“Importante para nosotros este empate, ante un rival como Colombia, que sabemos lo fuerte que es. Creemos que podemos agarrar más fuerza”, advirtió Faríñez, quien resaltó como principales virtudes de su selección “el corazón que se tiene, la garra que se tiene, la actitud que se tiene, creo que no es negociable”.
El domingo, Venezuela enfrenta a Ecuador y Colombia a Perú. AP