Cinco días antes de lo previsto, Lionel Messi apareció por la puerta de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí para incorporarse a la pretemporada del Barcelona.
El argentino llegó acompañado del que probablemente sea su mejor amigo dentro del vestuario, Javier Mascherano, en un día en el que los focos previsiblemente iban a ser para Neymar y Dani Alves, a los que les tocaba ponerse ya a las órdenes de Luis Enrique.
Después de la decepción de perder la final de la Copa América contra Chile, el argentino buscó refugio en su familia para recargar las pilas. Menos de un mes después, vuelve a Barcelona con la intención de recuperar la sonrisa. Un jugador de su ambición sabe que la mejor manera de olvidar un fracaso es con un nuevo objetivo.
La temporada que empieza oficialmente para el Barcelona el próximo 10 de agosto, cuenta con todos los alicientes posibles. El equipo catalán disputará seis títulos y además tiene la posibilidad de culminar 2015 igualando el mejor registro histórico del club. Para lograrlo, será básico que su jugador más decisivo encuentre su mejor versión una temporada más.
Por si esto fuera poco, Messi sabe que el Balón de Oro ya es prácticamente suyo y sólo necesita un último arreón para culminar la faena. Para eso, ponerse a punto cuanto antes se presenta como un objetivo fundamental y por eso ha decidido incorporarse a la pretemporada antes de lo previsto.
Lo que sí parece imposible es que alcance su mítico registro de goles en un año natural. En 2012 marcó 90 tantos y en lo que llevamos de 2015 ha marcado 35.
No hay mejor prueba de que La Pulga viene con hambre que el hecho de haberse incorporado antes de tiempo a la pretemporada. Quiere ponerse a tono cuanto antes para poder ayudar al equipo en la Supercopa de Europa.
Leo sabe que ahora mismo está físicamente por detrás de los compañeros que hicieron la gira americana. Pero también es consciente de que él no necesita estar al cien por cien para formar en el once. Si se pone las pilas en las próximas sesiones dobles de Luis Enrique, tendrá muchas papeletas para jugar en la final de Tiflis contra el Sevilla.
Ha hecho los deberes
Salta a simple vista que Messi no se ha dejado ir durante las vacaciones veraniegas. No le han pasado factura las comidas estivales y ha llegado a su primer día de trabajo como se fue en el último de la pasada temporada, fino. Ya hace tiempo que el ‘10’ aprendió que cuando alcanza su mejor estado físico no hay jugador en el mundo capaz de hacerle sombra. Desde entonces, estar en buenas condiciones se ha convertido en una prioridad para el astro.
Buena prueba de que se ha preocupado de no perder la forma durante las vacaciones es el vídeo que compartió su mujer en las redes sociales hace unos días. En él se podía ver a Messi corriendo en la cinta estática mientras su hijo trataba de imitarle en otra cinta a su lado.
Caso diferente es el de Javier Mascherano, al que siempre se le ha visto un grado de implicación fuera de lo común. Aunque El Jefecito es uno de los hombres de máxima confianza de Luis Enrique, sabe que este año la competencia será mayor que la temporada pasada.
A la pelea por un puesto en el centro de la zaga se ha unido Thomas Vermaelen, que de hecho ha dejado buenas sensaciones durante los tres primeros partidos de la pretemporada. Ahora mismo el belga se postula como titular para la final de la Supercopa de Europa formando dupla en la zaga con Piqué.
Mascherano sabe que Luis Enrique no regala las titularidades así como así y por eso se ha incorporado con antelación. Como Messi, espera ponerse a tono cuanto antes.
No son los únicos
Mascherano y Messi no son los únicos jugadores del Barcelona que han decidido adelantar el final de sus vacaciones de verano. Ter Stegen hizo lo mismo y se presentó en la gira americana cuando en realidad estaba citado para para su primer entrenamiento ayer, al igual que Dani Alves y Neymar.
Fuente: www.marca.com