En una fiesta que tardó 24 años en prepararse, miles de alemanes mostraron su adoración y admiración por los ganadores de la Copa del Mundo en un desfile de la victoria celebrado en la puerta de Brandemburgo.
Los jugadores, que vestían camisetas negras con el número 1 estampado recibieron las muestras de cariño de más de 400 mil aficionados que llenaron la explanada frente al monumento histórico que identifica a Berlín.
Los aficionados comenzaron a llegar a este sitio en la madrugada para dar la bienvenida al equipo dirigido por Joachim Löw y al trofeo. El cuarto título mundial de Alemania, primero desde 1990, coronó años de trabajo de Löw para modernizar al equipo y se consiguió tras cuatro fracasos en torneos recientes.
"Todos somos campeones mundiales", dijo Löw a la multitud.
"Por supuesto que recorrimos un largo camino para llegar al título, y fue increíblemente duro al final. Pero estamos increíblemente felices de estar aquí con los aficionados".
Mario Götze, autor del gol con el que derrotaron a Argentina en la final, fue saludado con una ovación ensordecedora por una ola de aficionados que ondeaban banderas con los colores negro, rojo y amarillo de la enseña alemana.
Cuando los jugadores aparecieron en el escenario para recibir los aplausos, los aficionados les dieron la bienvenida coreando la frase "dios del fútbol" luego de que se presentara a cada uno. Las ovaciones más fuertes fueron para Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller, Götze y Miroslav Klose.
Tomado de: www.record.com.mx