El partido por las semifinales de la Copa del Mundo en el estadio Mineirão de la ciudad de Belo Horizonte entre las selecciones campeonas del mundo en varias ocasiones, Brasil y Alemania por un cupo a la gran final de la cita mundialista. El partido no sería apto para personas con problemas cardiacos.
El partido empezó y parecía que Brasil dominaría las acciones de llegada con peligro durante todo el compromiso por el nivel de fútbol y la velocidad en las jugadas que dejaban mal parada a la defensa del equipo teutón, llegadas por las bandas y jugadas por el centro del campo daban a entender que la “scratch” no extrañaba en el campo de juego a Neymar o al suspendido Thiago Silva.
Toda la magia de Brasil duró 5 minutos, ya que, después de este periodo de tiempo, Alemania se crecía en el campo de juego y empezaba a demostrar el por qué están en esas instancias del torneo de fútbol más importante del planeta. Özil hacía de las suyas por la izquierda y hasta esos momentos los anfitriones podían contener las arremetidas y las llegadas de delanteros tan incisivos como Müller o el veterano Klose que en ocasiones lograban poner en aprietos al experimentado Julio Cesar.
El baldazo de agua fría para la selección de Brasil llegaría apenas a los 10 minutos de juego para asombro del estadio Mineinão, después de un tiro de esquina, la mala marca sobre un jugador tan preciso como Müller por parte de David Luiz que dejó libre a este jugador que aprovechó la pelota venida desde el tiro de esquina y abrió al marcador sin que la defensa brasileña pueda hacer nada.
Brasil no renunciaba a intentar llegar a la portería teutona, que en la portería tenía una muralla, el portero Neuer, que salvaba tranquilamente los disparos a su meta.
La pesadilla Brasileña duraría aproximadamente 10 minutos, en ese corto tiempo la historia del partido tomaría un ritmo sorpresivo hasta para el aficionado alemán más optimista; El segundo tanto sería de Klose que batía el récord de goleo en los mundiales, con 16 tantos superando la marca de el “Fenómeno” Ronaldo, la jugada surgió cuando en un remate del mismo Klose, Julio Cesar dejó el rebote y el histórico alemán ponía la segunda en el marcador y la baja anímica para toda la selección del “joga bonito”.
El gol de Klose marcaba la pesadilla para Brasil. El tercer y el cuarto tanto del compromiso lo hizo Kroos al minuto 23 y al 25 ante la mirada atónita de los brasileños que con asombro, tristeza y entre lágrimas que miraban caer tan estrepitosamente a su selección, al combinado que partió como favorito y que aterrizó de bruces ante una poderosa Alemania.
El quinto tanto del compromiso lo hizo Khedira y de esta manera los equipos se iban al descanso, los alemanes para ser felicitados por el técnico y por su parte los brasileños para intentar concentrase en las órdenes del técnico para reacomodar el equipo e intentar descontar para la segunda parte.
La selección brasileña salió tal cual el principio del primer tiempo, salió a atacar en búsqueda del gol y empezar la casi imposible remontada. Cinco a cero caía Brasil ante la siempre favorita Alemania, solamente quedaban las ganas de hacer fútbol, pero la realidad era otra.
El segundo tiempo fue en mayoría de ocasiones de dominio brasileño, la contra, Alemania no daba espacios en su defensa y el portero Neuer hacía ver imposible una pelota dentro de sus redes por el sinnúmero de paradas y aciertos que tuvo a lo largo de todo el compromiso.
El 6 gol llegó en los pies del ingresado para el segundo tiempo, Schurrle, nada sorpresivo porque para la segunda mitad del tiempo complementario Alemania volvió a encenderse. La “cereza del pastel” la puso Schurrle, nuevamente y se despachaba su doblete en el estadio Mineiräo.
Las cosas daban como para un vergonzosa caída de Brasil sin siquiera hacer un gol, al minuto noventa, Oscar marcó el descuento, pero el estadio no tuvo ánimo de gritar el tanto.
El árbitro decretaba el final del partido con un resultado muy abultado a favor del equipo alemán sobre la selección anfitriona que desde que antes que empiece la competencia mundialista partía como gran favorita. Con lágrimas de tristeza los jugadores de la verde amarelha se despedían de la Copa del Mundo que el país del “jogo bonito” había organizado.
Alemania se medirá al ganador de la semifinal de mañana entre Argentina y Holanda en la gran final del torneo de Brasil 2014.
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