Si había algún pequeño resquicio para que Xavi reconsiderase la posibilidad de marcharse y continuar otra temporada más en el Barcelona, este se disipó tras la eliminación de España del Mundial. Tras el partido ante Chile, y sin que la selección tenga ninguna opción en el torneo, el centrocampista decidió empezar a despedirse de sus amigos íntimos y de su entorno azulgrana. Esta pasada madrugada se sirvió del móvil para enviar una serie de mensajes en los que aseguraba que la decisión ya la tenía tomada y que "está muy estudiada".
El futbolista la hará oficial en cuanto regrese de Brasil la próxima semana y se está valorando la posibilidad de que el Barcelona le organice un homenaje como el que tuvo recientemente Carles Puyol. El club azulgrana no ha puesto ninguna traba a la marcha del centrocampista después de la reunión que mantuvieron Bartomeu, Zubizarreta e Iván Corretja, agente del jugador, el pasado martes. Su destino será el Al Arabi de Qatar, aunque algunos medios aseguraban ayer que jugaría en la Liga de Estados Unidos.
Acuerdo entre las partes
El egarense no tenía claro su papel en el equipo la próxima temporada y en el club azulgrana no veían con malos ojos ahorrarse su elevada ficha, que está en torno a los 13 millones anuales, durante las dos próximas temporadas.
La baja de Xavi se une a la de Puyol y Víctor Valdés, con lo que Andrés Iniesta se queda como el único capitán de los que había hasta el momento. Jugadores como Mascherano, Piqué o Busquets deberán dar un paso al frente este próximo año para liderar el vestuario ante la salida de las 'vacas sagradas'. Pero la marcha de Xavi no solo tendrá incidencia dentro del vestuario. También la tendrá sobre el terreno de juego.
La creatividad en el centro del campo no solo se resentirá por la salida de Xavi. La marcha de Cesc o la de Thiago Alcántara el año pasado dejan sin relevo al catalán. De momento, el Barcelona ha incorporado a Ivan Rakitic, aunque sus funciones en el campo son muy distintas a las de Xavi.
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