Besarse los tatuajes, ajustarse los cordones y tocar el larguero después de cada gol son sólo algunas de las rutinas y rituales extraños que se exhibirán en Brasil durante esta Mundial.
A pesar de regímenes intensos de entrenamiento y estrategias cuidadosamente planificadas, muchas estrellas todavía se centran en rituales momentos antes de un partido, buscando repetir acciones que "trajeron" buena suerte en el pasado, incluso si no pueden ver la influencia que tuvieron.
Cuando Leighton Baines entre en el terreno de juego en Manaus para disputar el choque entre Inglaterra e Italia el sábado, por ejemplo, irá a la parte superior de la media luna del borde del área, con la portería a su izquierda, se desatará y volverá a atarse los cordones.
"Me saca de quicio", admitió una vez al Liverpool Echo. Pero él no es el único.
Su compañero de equipo en la selección inglesa Phil Jones, se pone primero el calcetín en el pie izquierdo o en el derecho en función de si está jugando en casa o fuera. De modo que en Brasil se pondrá primero el derecho antes de cada partido.
Cesc Fàbregas besará el anillo que le regaló su novia cuatro veces, Luis Suárez besará los tatuajes con los nombres de su hijo y sus hijas, Iker Casillas tocará el larguero cada vez que su equipo marque y Kolo Touré tendrá que ser siempre el último jugador de su equipo en salir al terreno de juego.
Cristiano Ronaldo habrá tenido que sentarse en la parte trasera del avión en el vuelo a Brasil, y supuestamente tiene que cortarse el pelo antes de cada partido. También tiene que ser el primero en saltar al campo con la selección nacional pero el último cuando juega con el Real Madrid.
"Los rituales se utilizan a menudo para reducir la ansiedad mediante la creación de una ilusión de control", dice el Dr. Eddie O'Connor, de la Asociación de Psicología Aplicada al Deporte. "Reduce el nerviosismo y hace que el atleta sienta como que está haciendo algo para mejorar el rendimiento".
Los rituales en el deporte a menudo se relacionan con el uso de ciertas equipaciones o prendas de vestir "afortunadas".
John Terry usó las mismas espinilleras durante diez años, el seleccionador de Inglaterra Don Revie siempre llevaba el mismo traje azul en los días de partido, el piloto de F1 David Coulthard se ponía los mismos calzoncillos azules en todas las carreras y Tiger Woods siempre vestirá de rojo el último día de un torneo de golf.
La estrella de la NBA Jason Eugene Terry solía llevar cinco pares de calcetines y dormía con las calzonas del equipo contrario la noche antes del partido, mientras que la estrella de la MLB Jason Giambi se ponía un tanga dorado cuando tenía dificultades para conseguir 'home runs'.
En las actividades habituales es sin embargo donde aparecen los rituales más extraños.
Rio Ferdinand saltará siempre la línea al entrar al campo, mientras que Paul Ince nunca se pondrá su camiseta hasta que salga del vestuario.
La estrella del tenis Rafael Nadal alineará todas sus botellas de agua dejando las etiquetas con una angulación idéntica respecto a la pista, llevando a su oponente Marinko Matosevic a derribarlas a propósito durante el Masters Series de Montecarlo del 2013. Mientras que Goran Ivanisevic vio los Teletubbies todas las mañanas cuando ganó Wimbledon en 2001.
El jugador de cricket Neil McKenzie tenía que bajar la tapa de todos los baños del vestuario antes de batear y siempre golpeaba su bate contra el techo porque una vez anotó cien puntos después de que sus compañeros le gastaran una broma pesada.
El más extraño de todos es la estrella del béisbol Kevin Rhomberg, quien tenía que tocar a cualquier persona que le tocara, llegando a interrumpir un partido porque los jugadores rivales no le dejaban tranquilo.
El problema surge cuando pasan cosas que están fuera del control de un jugador, pero en realidad hay pruebas científicas de que siempre y cuando estos rituales se sigan realizando, pueden llegar a tener un efecto positivo en los jugadores.
Un análisis en Alemania, divulgado en la revista "Psychological Science", concluyó que tener un amuleto de la suerte había hecho en realidad que los participantes obtuvieran mejores resultados mientras que un estudio realizado en los EE.UU. encontró que cuanto más importante e incierto es un juego, mayor es la confianza en la “dedicación ritual”.
"Si un ritual permite a un atleta relajarse, ya que lo ejecuta correctamente antes de cada partido, podría en realidad rendir mejor por varias razones psicológicas", explica el Dr. Stephen Walker de www.PodiumSportsJournal.com.
"Si esa relajación reduce la tensión muscular, permite que el atleta se concentre mejor, hacer un seguimiento visual mejor del balón, entonces sí que el ritual puede ayudar potencialmente al rendimiento deportivo".
De hecho, los rituales han jugado un papel realmente importante en éxitos anteriores del Mundial, con el francés Laurent Blanc besando la cabeza de Fabien Barthez antes de cada partido en 1998 y el italiano Gennaro Gattuso haciendo las maletas para volver a casa antes de cada partido cuando ganaron en 2006.
Entonces donde hay rituales, hay esperanza...
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Fuente: https://es.eurosport.yahoo.com/blogs/the-rio-report-es/los-rituales-m%C…