Todo parecía en su contra tras ser goleado en la ida (3-0) y no contar ni con Roberto Firmino, ni con Mohamed Salah; pero la jerarquía de los 'Reds' volvió a quedar en evidencia. En Anfield este miércoles, Liverpool goleó por 4 a 0 a FC Barcelona, en la semifinal de vuelta, y selló una gesta heroica para avanzar a la final de la Champions League.
Los ingleses confiaban en ese poder especial de su estadio, y no se equivocaron. Desde el inicio del compromiso los visitantes lucieron mal, sin ideas y con demasiado nerviosismo. A los siete minutos llegó el primer gol por medio de Divock Origi.
Sin embargo, el impulso de los locales se perdió con el paso de los minutos. El 'Barca' pudo recuperarse y empezó a ser claro en sus ataques. Lionel Messi logró un par de acciones, pero el arquero Allison lució seguro. En la respuesta, Sadio Mané hacía daño a la defensa rival.
La situación parecía complicarse más para los dirigidos por Jurgen Klopp cuando Andrew Robertson, otros de los jugadores importantes, salió lesionado. En su lugar ingresó Georginio Wijnaldum, que tendría una noche histórica.
Los catalanes comenzaron bien y por medio de Luis Suárez por poco logran el empate. Pero, a los 54, Wijnaldum logró el segundo tanto tras pase de Alexander Arnold que recuperó un esférico luego de un error de Jordi Alba.
Todo se tornó en contra de los blaugranas que otra vez lucieron atemorizados. Dos minutos después, a los 56, Wijnaldum selló su doblete con un preciso remate de cabeza e igualaba el marcador global de la serie.
Las emociones se pusieron al límite, con los 'Reds' confiados en que podían sellar su clasificación. El 'Barca' respondió y estuvo cerca del descuento, Luis Suárez y Messi intentaron, pero Allison respondió bien. Y luego un error de toda la defensa catalana que no marcó bien un tiro de esquina, los locales ejecutaron pronto el lanzamiento y Origi logró la cuarta diana, a los 78.
El partido terminó y Anfield fue una fiesta total. Liverpool clasifica a la final y espera por su rival, que saldrá del cotejo de este miércoles entre Ajax y Tottenham.