Desde el 9 al 25 de marzo se disputará la tercera edición del Sudamericano Femenino Sub 17, torneo que reparte 3 cupos al mundial de la categoría, próximo a realizarse en Azerbaiyán. El combinado Tricolor debutará Argentina.
FIFA hace un análisis de la competencia que te la presentamos a continuación.
Más allá de los candidatos habituales o de las sorpresas en ciernes, los diez participantes del Torneo Sudamericano Femenino Sub-17 tienen el mismo sueño: disputar este año la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, que se jugará en Azerbaiyán entre el 22 de septiembre y el 17 de octubre. Sin embargo, sólo aquellos que logren subirse al podio podrán darse semejante gusto…
Así es, tres son las plazas que pone en juego el clasificatorio que se llevará a cabo en Bolivia del 9 al 25 de marzo. Sucre será sede del Grupo A, del que participarán Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú yUruguay, mientras que Santa Cruz recibirá, en el marco del Grupo B, a Brasil, Paraguay, Chile,Colombia y Venezuela. Los dos primeros de cada zona avanzarán a la fase final, donde los cuatro sobrevivientes volverán a enfrentarse todos contra todos en pos del título o, al menos, de un pasaje mundialista.
A continuación, FIFA.com analiza la previa del torneo.
¿Pesará la historia?
El Grupo A tiene dos particularidades, ya que no sólo agrupa a cinco seleccionados que nunca jugaron un Mundial de la categoría, sino que además cuatro de ellos ocupan los últimos cuatro lugares en la tabla histórica de la competencia.
En este contexto, las estadísticas le sonríen a Argentina, ya que arañó la clasificación en 2008, cuando fue cuarta, y terminó quinta en 2010. Además, cuenta es su plantel con cinco jugadoras que acaban de obtener un boleto para la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Japón 2012. “Esta categoría es toda una incógnita porque no hay referencias, pero creemos que tenemos potencial para ir al Mundial”, dijo Carlos Borrello, técnico del equipo en lugar de Yasushi Kawakami, quien no estará por enfermedad.
Para Bolivia, que en 2010 se quedó afuera de la fase final del Sudamericano por diferencia de gol, la edición de este año supone todo un compromiso por su condición de país anfitrión. “Las chicas saben de la tremenda responsabilidad de poder clasificar a un mundial y hacer historia, pero estamos tratando de manejar esa ansiedad”, afirmó su entrenador Napoleón Cardozo.
Aquel quinto puesto de 2008 parece muy lejano para Perú, colocación que hasta ahora no han podido igualar ni Ecuador ni Uruguay, selecciones que apenas suman una victoria cada una sobre un total de ocho partidos disputados por el torneo.
Un candidato y cuatro aspirantes
Al contrario de la otra zona, los cinco participantes del Grupo B han jugado al menos una vez la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA. El candidato indiscutible, no obstante, es Brasil, que llega al Sudamericano como campeón defensor y único país de la región en haber disputado las dos fases finales mundialistas realizadas hasta hoy. Además, la Canarinha perdió apenas un partido por esta competición, ante Paraguay en la fase final de 2008, derrota que le costó el título. Es cierto que las chicas de Edvaldo Erlacher deberán forjar su propio camino, pero el potencial de un semillero enorme y probado suele hacer la diferencia en esta categoría.
Dos años atrás, fueron Chile y Venezuela, en ese orden, quienes acompañaron a las brasileñas a Trinidad y Tobago. Entre las Rojitas de Rocío Yáñez sobresalen Naira Kapstein Forner y Montserratt Grau Rodas, quienes se combinaron para marcar 31 goles en el último Torneo Clausura Sub-17 chileno. Al frente de las Vinotinto, por su parte, volverá a estar el entrenador panameño Kenneth Zseremeta, el mismo que en 2010 las condujo a su primera aparición a un Mundial femenino.
En 2008, mientras tanto, Colombia se consagró campeón sudamericana y Paraguay terminó tercera. Es cierto que ninguna pudo repetir dos años después, pero ambas asociaciones empezaron distintos programas que hoy muestran sus frutos: mientras las Cafeteras viajarán a Bolivia con un plantel formado casi en su totalidad por jugadores de las distintas ligas regionales, con apenas una perteneciente a un club de primera división, las Albirrojas lo harán con el 30% de su grupo conformado por futbolistas surgidas de torneos intercolegiales.