Esta mañana el todavía técnico de Aucas se presentó a la Casa de la Selección, donde habían sido citados los jugadores orientales para el entrenamiento y conversó para la audiencia de Área Deportiva acerca de su aparente salida de la institución.
Se lamentó por la "maniobra" de la dirigencia, pues aseveró que él había sido citado en la oficina del Administrador del club, Ramiro Gordón, pero que a la misma hora se había citado a entrenar al equipo en la Casa de la Selección. Aseguró que él únicamente deseaba saber, por escrito, si continuaba o no al frente del equipo.
Silva informó que su reunión con el administrador del equipo "del miércoles se postergó para el sábado, pasó para lunes, ayer nos reunimos pero no quedamos en nada". Y añadió que su pedido para Ramiro Gordón fue tener "algo como respaldo para saber que estoy fuera del Aucas... yo tengo que seguir entrenando porque usted no me ha dicho que estoy fuera".
[listaaudio=384387+384389,ancho=300,flotar=izq]Calificó como un "marasmo" a la situación que ha vivido estos últimos en el club y se mostró dolido por la actitud de la dirigencia, contó que llegó a la Casa de la Selección "a hacer acto de presencia" pues no desea que "se empiece a juzgar que no nos presentamos".
"Me parece una maniobra media rara", insistió, pues se le había citado a las 08h30 en la oficina del administrador, pero a la misma hora se había citado a los jugadores "uno por uno" a entrenar en la Casa de la Selección. También informó que aún no se le ha cancelado el premio por el ascenso del año pasado y que tiene firmado "un contrato que respalda cualquier situación para ambos lados".
Aseguró que su único deseo es tener "algo que avalice que estoy fuera" del equipo pues existe una penalidad económica en el contrato si alguna de las partes lo incumple. "Si yo abandono el Aucas tengo un castigo económico fuerte que estoy seguro el Aucas no me va a perdonar".
Lamentó la práctica común de los dirigentes del fútbol de buscar un acuerdo para la salida de los entrenadores, donde usualmente es el técnico quien debe ceder algo de su contrato para facilitar su salida, y recordó "mi contrato era por dos años, pedido por el presidente, usualmente se hace a un año pero él pidió dos años", y añadió "la dirigencia debe tener cuidado cuando firma un contrato". La penalidad es de "seis meses de contrato, en total, tres por cada año si alguna de las partes" lo incumple, de modo que de notificarle oficialmente su salida esperará se le paguen esos seis meses más el premio adeudado.
"Siento vergüenza de lo que estoy haciendo, me parece un poco bajo el que yo tenga que estar aquí haciendo presencia en un entrenamiento", sentenció.
Pocos minutos después llegó el Arq. Stalin Gordón, quien le entregó la notificación de su salida y Juan Ramón volvió a conversar un par de minutos con los medios. "Vamos a la oficina del presidente a arreglar nuestra salida", dijo, "se alargó esto que no era bueno que se alargara" y finalizó comentando que irá a "agradecerle por los momentos lindos y también por los no tan lindos".