Insistencia y jerarquía fueron los conceptos que ostentó Manchester City este miércoles, para seguir derecho en el Grupo G de la UEFA Champions League. Frente a Borussia Dortmund, en el Etihad Stadium, dio vuelta las cosas para festejar el triunfo por 2-1 y adueñarse de la punta de la zona.
El encuentro presentó un interesante duelo táctico, aunque sin verse alterada la tónica que se preveía, con unos Ciudadanos dominadores de la pelota. Adelantados en el campo, los locales se hicieron con la tenencia frente a un cuadro alemán ordenado y firme con sus líneas juntas, sobre todo, en el centro de la cancha.
Este planteo de las Abejas generó complicaciones a los ingleses que, pese a circular el balón, cayeron en una constante lateralización del juego. Esto provocó una clara falta de peligro en la ofensiva y que afectó, en especial, a su centrodelantero, Erling Haaland, quien no pudo lucirse ante sus pasados compañeros y efectuar la ley del ex en la primera parte.
Salvo aproximaciones, el partido se dirigió al descanso falto de ocasiones, una situación que sirvió como sustento para la visita. Es que, con una idea que le resultaba perfecta, asumió riesgos en el complemento y así avisó con propinarle el golpe a los dueños de casa, con remate cercano de Marco Reus.
De esta chance, los de Edin Terzic insistieron y, finalmente, encontraron la ventaja a los 56'. Después de un tiro de esquina pasado, con un desvío en el camino, Reus lanzó un centro por la izquierda y Jude Bellingham apareció entre sus marcas para conectar un cabezazo, que cambió la trayectoria y dejó sin reacción a Ederson.
Tras el gol de los teutones, Pep Guardiola, quien ya estaba descontento con el desarrollo del cotejo, optó por realizar cambios para renovar el ímpetu de su conjunto. Entre las tres modificaciones, apareció el argentino Julián Álvarez.
Por orgullo y necesidad, el Celeste fortaleció su postura para igualar de inmediato. Sin embargo, a pesar de un intento con peligro de Haaland, le costó quebrar un bloque defensivo del elenco negriamarillo que se tornó más potente con el correr de los minutos.
Fue entonces, a los 80', cuando John Stones halló la vía adecuada para lograr el empate: el disparo a larga distancia. El defensor central se adelantó varios metros, sin marca, y una vez que observó el arco, no perdonó y sacó un remate impresionante, a poco del ángulo derecho, imposible de detener para el arquero rival.
Con el impulso anímico de la igualdad, los de Guardiola fueron por más y dieron vuelta las cosas a los cuatro minutos del empate, con un infaltable Haaland. Luego de un envío exquisito de Joao Cancelo por la izquierda, de tres dedos, el delantero noruego realizó una pirueta y convirtió con su zurda, en el aire, para dejar su sello ante su anterior club.
Este resultado deja al City con el liderazgo absoluto de la zona y que deberá ratificarla la próxima fecha, que será en octubre, contra Copenhague. Antes, retomará la acción en la Premier League, en la que se mantiene en los primeros lugares. STATSPERFORM