Guillermo Almada, técnico de Barcelona compartió la experiencia de dirigir a Ronaldinho, quien en la “Noche Amarilla” fue uno más de sus pupilos.
Almada definió como una noche espectacular la de este viernes, “en muchas ocasiones nos quebramos por la previa, la presentación y más aún cuando Ronaldinho nos vino a dar un abrazo y nos dijo cosas al oído”, confesó el DT.
Y es que a pesar que “Dinho” no entrenó con Barcelona mostró camaradería con los miembros de la ofensiva “amarilla”, pues cada gol lo celebraron como su se conocieran de todas la vida, alegría que contagió a los hinchas que se dieron cita en el Monumental y a los que miraron por TV.
La orden para Ronaldinho por parte de Almada fue que hiciera lo que más le gusta, jugar fútbol, no le cargaron de la responsabilidad de marcar, más bien la consigna para el resto del plantel fue colaborar con el astro brasileño para que se luciera y el objetivo se cumplió, pues con Díaz armaron jugadas casi mágicas que quedarán en la retina de los ecuatorianos por mucho tiempo.
[entrevista=400175,ancho=275,flotar=izq]Pese a que Ronaldinho había expresado que le gustaría estar los 90´ en cancha fue sustituido al minuto 78, el técnico “canario” dijo que le costó mucho sacar al crack del campo de juego, pues todos se estaba deleitando con su fútbol, sin embargo debía cumplir con un convenio con el jugador y su hermano, “habíamos concretado hacer un determinado tiempo en el partido, yo no quería sacarlo, convenimos hacer unos 65 minutos y lo saque a los 78, pero me costó hacer el cambio”, según las declaraciones del técnico.
El estratega espera que los jugadores de Barcelona se hayan contagiado de la fiebre que causó “Dinho”, tanto dentro como fuera de las canchas y se animen a hacer cosas, disfruten de juego, "era un grande que estaba dormido y se despertó, solo está en nosotros seguir provocando esa alegria y ese contagio que está en la gente, esta en nosotros volver a vivir", enfatizó el técnico al respecto de la acogida que tuvo el partido de presentación del club.