Un cuarto de siglo y 16 temporadas. Este es el tiempo que Iker Casillas ha llevado el escudo del Real Madrid en el pecho. Un periplo que vive sus últimas horas después de los vaivenes vividos en los últimos días. Vaivenes hasta el final.
Con el fin de las vacaciones estivales, las negociaciones se avivaron y la salida del portero se convirtió en un hecho. Cuando todo el mundo esperaba el anuncio oficial del traspaso, la operación saltó por los aires por razones económicas.
Todos los movimientos se bloquearon y con la tensión marcando el ritmo, ambas partes decidieron volver a empezar para buscar de nuevo un punto en común. Éste llegó en la mañana del viernes: las negociaciones han vuelto al punto de acuerdo y lo único que falta para redondear la operación es el anuncio oficial.
De momento, tal y como informa AS, Casillas ha llegado a Valdebebas sobre las 10:30 de la mañana para despedirse de sus compañeros que entrenaban en la ciudad deportiva desde las 9:30. Una hora después, abandonó las instalaciones. Sin embargo, dos problemas han surgido a última hora.
Primero, problemas a la hora de redactar el documento que ponga punto y final a la historia, y en segundo, el Espanyol no acepta la oferta realizada por el Madrid para recuperar a Kiko Casilla, un protagonista inesperado que se ha colado en la fiesta en las últimas horas.
La Cadena Cope, a primera hora de la tarde del sábado, informaba sobre la ruptura del acuerdo, al no querer asumir el Real Madrid riesgos fiscales en España. Para liar más la situación, el Espanyol se niega a aceptar la oferta que el Real Madrd ha hecho para fichar a Kiko Casilla, otro protagonista que se ha colado en esta compleja historia. Joan Collet, presidente del club de Barcelona, algo molesto dejó claro que “ofrecer cuatro millones de euros es valorar muy poco al futbolista y al Espanyol. Es que ni tengo en cuenta esta oferta”. El mandatario fue más allá y recalcó que “si no varía la oferta del Real Madrid, ni me sentaré a hablar del asunto”. Hay que recordar que la cláusula de rescisión del portero está fijada en 10 millones de euros. “Vender por lo que marca una cláusula pocas veces se cumple. Ojalá fuera así… De cualquier manera, estamos abiertos a negociar”.
Hay que recordar que el jueves por la noche el panorama cambió por completo. Cuando parecía que la operación estaba encaminada, las negociaciones entre Casillas y el Real Madrid se quebraron. Casi por completo, para generar un estado de tensión máxima. Sin embargo, el viernes por la mañana las aguas volvieron a su cauce, el club cedió a las pretensiones del jugador y el asunto quedó cerrado a falta de los últimos detalles y de que el club rematase otras operaciones paralelas. La vida de Iker como jugador madridista entraba ya en su recta final. El portero quería cobrar íntegramente los dos años de contrato que le ligaban a la institución blanca -13 millones de euros limpios- y se salió con la suya. Florentino Pérez tuvo que ceder, sabiendo que De Gea esperaba ansioso en Manchester y de que Rafa Benítez corría el peligro de iniciar la gira por Australia y China con un guardameta que no estará a sus órdenes.
Según informaba Onda Cero en la mañana del viernes, Iker Casillas desestimó despedirse en el Santiago Bernabéu, con sus puertas abiertas para que la afición acudiera para decir adiós a su capitán. Prefiere hacerlo con una rueda de prensa y punto; sabe de sobra que de apostar por el plan inicial que tenía diseñado el club, decenas de seguidores que están en su contra podrían cargar de tensión el acto. Muchos aficionados (un centenar aproximadamente) se presentaron el viernes en las inmediaciones del estadio pensando que dicho acto tendría lugar. Pero no fue así. La opción de que el Trofeo Santiago Bernabéu, previsto para mediados de agosto y que enfrentaría a Real Madrid y Oporto, se convirtiera en el partido homenaje circulaba como opción para tributar al portero un adiós decoroso y en condiciones.
¿Y los protagonistas de toda esta historia? Hasta el momento, el único momento en el que se les había visto fue este jueves en Valdebebas. La ciudad deportiva fue el lugar elegido por Rafa Benítez para tener un primer encuentro con la plantilla del Real Madrid para hacer las pertinentes presentaciones. Hasta allí se trasladó Florentino Pérez… e Iker Casillas. Ambos se saludaron con un abrazo y, posteriormente, el guardameta estuvo presente en la charla que dio el nuevo entrenador madridista. El viernes por la mañana los jugadores blancos pasaron los pertinentes reconocimientos médicos con Casillas presente. Donde no participó fue en el entrenamiento programado para la tarde del viernes (19:00). Las cámaras de Cuatro encontraron al portero comiendo en Boadilla y allí le interrogaron. Primero se interesaron por cómo estaba: “Bien, muy bien hombre”. Acto seguido preguntaron por la elección hecha: “Bueno, no hay ninguna decisión tomada ni ninguna hecha”.
Fuente: El Confidencial