Los jugadores de Deportivo Quito se dieron cita este viernes en el estadio Olímpico Atahualpa donde se programó el encuentro entre Universidad Católica y Liga Deportiva Universitaria de Loja por la fecha once del Campeonato Nacional, con un objetivo claro, “paralizar el partido”, como medida desesperada ante la crítica situación por la que atraviesa la “AKD”.
Los ánimos empezaron a caldearse desde los exteriores del coloso del Batán, cuando no se dejó ingresar a los jugadores a pesar de presentar sus acreditaciones, finalmente con boleto en mano lograron entrar Rolando Ramírez, Santiago Morales, Edison Vega, Rorys Aragón, Cristian Lara y Walter Calderón, mientras piquetes de policías se distribuían dentro del escenario deportivo frente al palco donde se ubicaron los jugadores, en los camerinos y puertas.
Edison Vega, capitán del equipo de la Plaza del Teatro intentó mediar con los miembros policiales, pero sin éxito, por ello se tomó la decisión de llamar a gritos a los jugadores de Liga de Loja y Universidad Católica, quienes se encontraban en el calentamiento previo al partido.
Es así que los jugadores del D. Quito desde los graderíos lograron dialogar con Pedro Larrea y Facundo Martínez, capitanes de Liga Deportiva Universitaria de Loja y U. Católica respectivamente.
Luego de varios minutos de tensión e incertidumbre sobre si se jugaría o no el encuentro, finalmente los equipos saltaron a la cancha ante la mirada indignada de sus colegas, quienes con rostros de desesperanza veían como sus esfuerzos se iban al tacho de la basura, ya que no lograron la solidaridad y el cotejo programado para las 12h00 empezó.
Walter Calderón, jugador “chulla”, fúrico ante la situación dijo: “Ahí está por eso no tratan como perros (...) ojalá mañana no les pase a ellos”, por su parte Santiago Morales consternado por la actuación de sus compañeros de profesión expresó: “me duele mucho la situación del club, pero me duele más que los compañeros no se solidaricen".
Por su parte los representantes de la Agremiación de Futbolistas del Ecuador, tardaron en llegar al Olímpico Atahualpa, el primero en ingresar fue Edwin Tenorio, quien luego de dialogar con los jugadores intentaron saltar desde el palco hacia la cancha, pero el número de policías empezó a incrementar en ese sector y se les advirtió de que si lo hacían serían detenidos.
Luego de iniciado el cotejo llegó Iván Hurtado, pero a más del volver a dialogar con los futbolistas no se tomó ninguna medida de hecho y el partido entre U. Católica y LDU – Loja continuó con normalidad.
Sin duda, en este partido se vivió las dos caras de la moneda, por un lado la fiesta del fútbol y por otro el drama de un Deportivo Quito en terapia intensiva que no encuentra la luz al final del túnel.