El referato del país tuvo un fin de semana para el olvido tras algunos errores en la vigésima quinta fecha, pero lo del lunes, en el último partido de la jornada en el Olímpico Atahualpa entre Nacional y Técnico Universitario, quedará en la memoria de los aficionados.
Al minuto 23 se cobró un tiro de esquina a favor del Técnico Universitario, el portero Johan Padilla rechazó con los puños y en segunda jugada Frangoy Zambrano trató de rematar a puerta pero el balón se desvió en Miguel Segura, sobre la raya del área grande, y el central Mario Romero, con visión directa de la acción, no dudó en sancionar un tiro penal por una supuesta mano del jugador criollo.
Se preparó todo para el cobro de la pena máxima, Diego Dorregaray ya acomodó el esférico para ejecutar el cobro, pero Mario Romero se acercó a su juez de línea y tras cruzar unas palabras revirtió su decisión inicial.
En la revisión de las imágenes se puede ver que nunca hubo mano, y el balón pegó en el rostro de Miguel Segura, como se ve en la secuencia esta nota. Lo curioso es que el cambio de decisión de Romero se habría producido tras recibir comunicación por los intercomunicadores del cuarto árbitro. Aunque la decisión de no conceder el penal sea correcta, pues no existió, no está permitido apoyarse en las imágenes para tomar una decisión.
La fotografía que se ha viralizado es la del cuarto árbitro, Javier Colcha, revisando imágenes junto a un camarógrafo de la televisora que transmite el fútbol ecuatoriano. Habrá que esperar para saber lo que dicen los protagonistas y la decisión de las autoridades por la actuación arbitral en el Atahualpa. Por ahora el arbitraje ecuatoriano está en la picota.