El ex técnico de Liga de Quito, Jorge Fossati, conversó en exclusiva con los colegas de radio La Red y recordó su paso por el equipo albo, las experiencias vividas en Quito y los motivos que le hicieron dejar el fútbol ecuatoriano.
Actualmente entrena a River de Uruguay y opinó acerca de los nuevos equipos que participan en los torneos internacionales de CONMEBOL, "no es menos sencillo que antes ni más fácil, al contrario, es tan difícil como antes llegar a la cima".
Contó que es difícil decidir dejar Uruguay, "me tira mucho estar aquí en mi país", donde comparte con sus seres más allegados. Pero sí dijo que está pendiente del país, "sé las cosas importantes o menos importantes que pasan en Ecuador", de hecho opinó acerca de la llegada de Jordu Cruyff al banquillo de la selección nacional, "me parece que de parte de las autoridades actuales de la Federación Ecuatoriana de Fútbol pretenden darle a la selección una mentalidad europea".
Admitió que sí estuvo en los planes de FEF, "sí, gente muy allegada me llegó a decir que estaba ahí, dentro de las posibilidades", sin embargo aclaró que siempre se preocupó de conocer los objetivos, "si en la misma lista de nombres está un técnico de 30 años de carrera y uno que va a empezar mañana, entonces a qué estás apuntando", reflexionó, "tuve el ofrecimiento, sí oficial, en más de una oportunidad. Pero bueno, yo entendí en aquel momento, en aquellas circunstancias, que yo no era el ideal... no me podía hacer cargo y por eso es que decliné", confesó.
Tuvo palabras de elogio de su paso por Liga de Quito, "la experiencia de vida que yo tuve en Liga las dos veces que estuve fueron sensacionales", afirmó al tiempo de contar que le llegaron ofertas para dirigir en el país, "hace un mes o mes y poco fui contactado... no quiero decir, ni él ni el club, pero quien me llamó es una persona de mucha confianza para mí", y añadió, "realmente le dijeron a él que se contactara conmigo de un club que fue muy importante la temporada pasada en Ecuador", refiriéndose al actual campeón Delfín, sin embargo "cada vez tienen que alinearse más los astros para que yo decida irme".
Analizó el recuerdo de los hinchas albos del nivel de juego de sus equipos, "yo quiero que mis equipos jueguen bien y a veces se confunde qué es jugar bien con jugar bonito", dijo, "si jugar bonito significa tirar un túnel y un sombrero y salir eludiendo contra cuatro en mi área ese jugador no juega conmigo porque ese jugador está poniendo en riesgo a todo mi equipo por asumir riesgos donde no debe", enfatizó, jugar bonito es "un equipo que colectivamente sabe lo que va a hacer, el compañero que tiene sincronización, que tiene funcionamiento... es un equipo que juega con seguridad en sí mismo... con total convencimiento de lo que hace", y continuó, "el hincha de Liga es verdad que es de, diríamos aquí en Uruguay, de paladar fino".
"De las dos veces que estuve en Liga tengo la mejor y es uno de los orgullos que tengo en la vida como deportista", contó, y se refirió al papel que desempeñó su esposa en su éxito en Liga, "no porque yo haya ido con esa estrategia y mucho menos mi señora", declaró, ella "como jugador estuvo siempre al lado mío en toda mi carrera y después, obviamente como entrenador".
Recordó que las esposas de los jugadores albos tenían la costumbre de reunirse y organizar tés, de hecho su propia hija asistió alguna vez y estuvo muy complacida, "eso si lo único que no vi fue el té. Tomamos de todo menos té", le había contado.
En Liga "tenían un plantel de jugadores bárbaro, pero teníamos un plantel de mujeres espectaculares", aseveró antes de añadir, "somos los que pensamos que la familia es la que sostiene al mundo" y en Liga "la fueron tomando a ella (su esposa) como consejera, como hermana mayor, amiga", incluso cuando "había lío entre esposo y esposa se venían para mi casa", recordó, "por supuesto yo espalda con espalda con mi jugador y mi mujer con la señora".
De su papel como entrenador y guía expresó, "si les puedo dejar cosas que no solo les sirva para dentro de la cancha, sino para la vida, me sentiré sumamente feliz el día que deje esta carrera".
Y contó por qué se produjo su salida de Ecuador, "desgraciadamente el país estaba, o Quito por lo menos estaba muy peligroso, muy peligroso", manifestó, tuvo "algunas malas experiencias, primero de cosas que pasaban muy cerca de nosotros y no porque no fuera directamente con nosotros, no nos iban a preocupar", afirmó, "en un apartamento que yo ocupaba en la González Suárez" tras una de esas reuniones con las esposas de los jugadores una de ellas "encontró que le estaban robando el auto", de hecho hubo "tiroteo con un cuidador que estaba por allí".
Tras ese episodio decidió mudarse pero "en aquel lugar más tranquilo, en Cumbayá, en un lugar cerrado" quisieron entrar a su casa, "esa fue la única situación por la cual yo decidí volverme de Ecuador", pues "en esas circunstancias no se podía vivir tranquilo" y si se trata de "arriesgarme, me quedo acá en mi casa", reflexionó.
Al final contó que en una entrevista para un medio español le preguntaron "cuál era el equipo que había plasmado en cancha mejor lo que uno quiere", y concluyó, "le puse de ejemplo a Liga".