Eslovaquia superó por 2-1 en su primer partido de la Eurocopa-2020 a una Polonia que se quedó con diez jugadores a falta de media hora para el final, este lunes en San Petersburgo en el inicio del grupo E.
Los eslovacos abrieron la lata a través del arquero rival, Wojciech Szczesny, con un autogol tras un tiro del eslovaco Robert Mak (18). Después de una mala primera parte, Polonia empataba justo después del descanso por medio de Karol Linetty (46).
Luego, Grzegorz Krychowiak fue expulsado (62) por doble tarjeta amarilla y el eslovaco Milan Skriniar aprovechó para hacer el definitivo segundo gol (69).
El debut triunfal de Eslovaquia le hace dormir como líder de la llave E, luego del empate 0-0 entre España y Suecia en Sevilla este lunes.
Presunta cenicienta del grupo, Eslovaquia tiene muy cerca el pase a octavos de final con esta victoria, ronda que ya alcanzó en la anterior edición de la Eurocopa en 2016.
"Cada equipo tiene la ambición de al menos salir de su grupo. Creo que habrá más presión sobre nosotros para la clasificación y todavía quedan dos partidos", expresó Stefan Tarkovic, seleccionador eslovaco.
"Pero para mí, el resultado no es lo más importante, sino demostrar de qué somos capaces. Hemos jugado un fútbol de gran calidad, con humildad", añadió.
El equipo azul salió intimidante al césped de San Petersburgo, dispuesto a sorprender a Polonia. Su arreón inicial tuvo premio y los eslovacos se pusieron por delante tras una hermosa jugada de Mak.
El extremo del Ferencvaros húngaro se deshizo de dos polacos en la banda izquierda y una vez dentro del área chutó fuerte con la derecha, colándose la bola por el palo corto (18).
No obstante la UEFA le dio el gol a Szczesny en propia meta, porque el central Kamil Glik desvió el tiro de Mak con la mala suerte de tocar en su portero y cruzar la línea de gol.
- Expulsión cuando mejor estaba -
Polonia no reaccionó. Después de adelantarse, Eslovaquia siguió firme sobre el terreno de juego, maniatando por completo a Lewandowski.
Un disparo lejano de Grzegorz Krychowiak por encima del larguero fue lo máximo que ofrecieron los polacos, cuartofinalistas en Francia-2016.
Algo le diría el portugués Paulo Sousa a sus jugadores en el descanso que les hizo reaccionar, porque Polonia solo tardó un minuto en igualar la partida tras el descanso.
El centrocampista Mateusz Klich puso un balón al corazón del área para Linetty, cuyo golpeo entró suavemente en la portería de Martin Dubravka (46), que pudo hacer más.
Eslovaquia encajó el golpe y toda la seriedad del primer tiempo se vino abajo con el tanto psicológico polaco.
El cuadro blanco olió la sangre y se lanzó a por la segunda diana. Primero lo intentó Linetty (51) y después Glik de cabeza (53), pero faltó acierto y acabarían lamentándolo.
Porque cuando mejor estaba, Polonia se disparó al pie. Krychowiak vio la segunda tarjeta amarilla por una falta y dejó a su selección con diez (62).
La expulsión cortó el impulso polaco y Eslovaquia lo aprovechó enseguida. A la salida de un córner, Skriniar capturó el balón con la derecha, se acomodó y fusiló con el mismo pie a Szczesny (69).
Sin noticias de Lewandowski, Polonia tuvo una última oportunidad para conseguir el 2-2, pero el defensa Jan Bednarek la mandó fuera (90+1).
"Todos estamos decepcionados. Robert (Lewandowski) ha parecido solo en ciertos momentos del partido, especialmente en la primera parte. No creo que Lewandowski haya sido neutralizado", declaró Sousa al término del encuentro. AGENCIAS