El mejor atleta ecuatoriano en los últimos Juegos Olímpicos se encuentra nuevamente en el país. Ante los medios de comunicación aseguró que no solo él puso el nombre de Ecuador en alto, sino cada uno de los 36 representantes. Sabe que el apoyo es fundamental para una mejor participación.
La humildad y serenidad nunca lo abandonan. Quiñónez no se imaginó un recibimiento de esa magnitud y al ver tanta gente a su alrededor la alegría no le deja de invadir. Ahora todos desean una entrevista con el mejor velocista de esta parte del continente, antes ni siquiera la Federación Deportiva de Esmeraldas lo apoyaba.
Su arribo se dio este lunes y desde hoy (martes) los eventos no lo dejan descansar. Recorre el tiempo en su mente y recuerda que se tuvieron muchos nervios, pero se supo manejarlos.
“Estar ahí compitiendo, estar con los mejores del mundo se piensan muchas cosas y se pone nervioso de estar ahí, pero se pudo asimilarlo y se dio lo que se tenia en plan”. “Mucha gente cuando regresé (al atletismo) me dijo que ya no servía para nada”, aseveró.
No fue él quien únicamente hizo una gran participación, sino que “todos venimos marcador porque todos dimos nuestro esfuerzo, no solo yo. Competir en los Juegos Olímpicos es un esfuerzo muy grande”.
“Cuando llegué a la final tenía muchas emociones, ganas de llorar, de gritar y querer salir corriendo. Estar alado de Usaim Bolt me causó muchos nervios, en la final hasta él estaba nervioso”, mencionó el esmeraldeño.
Recuerda las sabias palabras de su entrenador, quien le dijo que “antes de entrar a la competencia piense en que no estaba nadie”.
[entrevista=130508,ancho=275,flotar=izq]“Hay mucha gente que me dice que me va a apoyar pero todo esto hay que pensarlo muy bien con la cabeza fría. La Federación de Esmeraldas me ha estado apoyando poco. Ahora hay muchos problemas en Esmeraldas”.
“Tenemos el apoyo del Ministerio (del Deporte) y ese fue el primer apoyo que recibo, vamos a ver qué sucede de aquí en adelante”, finalizó el atleta tricolor.