Del cielo al infierno. El Chelsea de Thomas Tuchel estuvo a punto del milagro este martes en el Bernabéu. Después del 1-3 en la ida, mostró una gran valentía en el partido de vuelta y avasalló a Real Madrid hasta ponerse arriba en la serie. Al final, sin embargo, se quedó sin nada.
Es que cuando parecía que los Blues se quedaban con el boleto a semifinales, apareció la "épica merengue" para revertir la historia. Así, los de Tuchel pasaron de la algarabía por lo que parecía una remontada histórica, a la desilusión por un golpe de nocaut que nunca vieron venir.
Hasta los últimos diez minutos de tiempo regular, el Chelsea había hecho todo bien. Maniató al Merengue al punto de que Karim Benzema, que llegaba a este partido en una forma incomparable, no pudo gravitar ante una defensa blue que sacó todo con Thiago Silva y Rudiger como bastiones.
Del otro lado del campo, las sociedades de Chelsea funcionaron a la perfección. Con Jorginho en el banco, Kovacic y Kanté estuvieron infalibles en la mitad de la cancha. Mientras tanto, arriba, Mason Mount y Timo Werner no dejaron de moverse nunca y complicaron siempre.
Así llegaron los goles. En el primer tiempo, los "bajitos" de ataque se asociaron en la puerta del área antes de que Mount sacara un disparo potente que dejó sin chances a Courtois.
En el complemento, la tendencia a favor del visitante continuó: Rudiger empató la serie y luego Werner, a quince del final, marcó el gol que le permitió a Chelsea comenzar a soñar con la clasificación. Pero el castillo de naipes se cayó demasiado rápido.
A los 80´, Modric frotó la lámpara, sacó un pase de tres dedos precioso y Rodrygo, recién ingresado al terreno, solo tuvo que poner el pie antes de mandarla al fondo de la red. En tiempo suplementario aparecería Benzema, que poco había hecho en los noventa minutos anteriores, para marcar el tanto de la clasificación.
Chelsea desperdició su gran chance en el Bernabéu. Es que pese a haber hecho casi todo bien, se fue con las manos vacías. Tan "perfecta" fue su actuación que se convirtió en el primer equipo inglés en marcar tres goles de visita ante el Madrid en cualquier competencia europea desde 1968.
Además, Mason Mount se transformó en el tercer jugador inglés en marcar en el Bernabéu por Champions ante el Madrid, después de Alan Smith (marzo de 2001) y Danny Welbeck (febrero de 2013). Pese a todo lo bueno, ante el Madrid no se puede parpadear, y el conjunto blue lo aprendió a las malas. STATSPERFORM