El director técnico de Liga de Quito, Claudio Borghi, atendió a los medios en rueda de prensa tras la dolorosa derrota ante Toluca en Casa Blanca, que los deja en el tercer lugar del grupo con la obligación de conseguir resultados fuera.
"Hemos trabajado bastante", dijo Borghi, "se ha trabajado durante casi dos meses en diferentes formas de jugar".
"Ustedes saben que me gusta la línea de tres", continuó, "no hemos encontrado soluciones a ese problema, hemos cambiado a línea de cuatro". Recordó que "todavía no he podido hacer un cambio defensivo".
[entrevista=403451,ancho=275,flotar=izq]No quiso referirse a los cambios y las razones para poner a uno u otro jugador, "no es adecuado que yo hable sobre los jugadores que entran o no entran, eso es hablar de intimidades del plantel y no me gusta mucho".
Sí aclaró que "Puch estaba cansado ya... las vueltas de él eran caminando", por ello al poner a Jairo Padilla "pensamos que podíamos hacer un poco más de daño".
"Si sacábamos al cachete (Morales) nos quedábamos sin gol", analizó y habló del superclásico del fin de semana, "siempre se piensa en el próximo partido, de todos los partidos que jugamos hemos ganado solamente uno".
Sobre Carlos Tenorio, "para que un nueve de área sea peligroso hay que abastecerlo", reflexionó, "cuando uno juega con línea de tres tiene carrileros que pasen, hemos probado con todas las variantes", insistió, "más gente en el área no se puede poner porque el equipo se parte".
Respecto a si demoró las variantes, "estaban previstas, de ingresar Pancho (Cevallos) a los 5, 6 minutos" de la segunda mitad, pero "se empata y se busca otra alternativa", de hecho confesó que pensaba sacar a Fernando Hidalgo, quien consiguió el gol del transitorio empate.
"Si pongo a Bolaños, tengo que sacar a alguien", dijo y repitió, "sacar a cachete es quedarse definitivamente sin gol". Se extendió, "ustedes nunca van a estar de acuerdo con los cambios, siempre el mejor está afuera... es una cosa lógica".
Cuando un periodista le recordó algunos números respondió, "estadística no nos falta", y reiteró, "el partido con Gremio dos goles son culpa de los jugadores y dos son culpa mía".
Acerca de la forma de recuperar anímicamente al equipo, "el grupo se levanta de varias formas", aseguró, "a veces un cambio de entrenador lo hace variar".
"Lo que me pide la gente es que crucifique a los jugadores", continuó, "no acostumbro a crucificar". Consultado directamente si está considerando la idea de irse replicó, "sí, se está pensando porque si uno no encuentra formas ¿cuál es la variante más logica?", preguntó a la prensa, y respondió él mismo, "que se vaya el entrenador".
Insistió, "trabajar más no podemos, hemos trabajado todo lo que hemos querido", y fue crítico, "el esfuerzo del equipo lo están haciendo 5 o 6 jugadores y en el resto no encuentro soluciones para lo que estoy buscando", también repitió que no comenta de sus jugadores, "normalmente no opino públicamente porque es una cuestión ética".
Sobre su estado de ánimo, "perder no me gusta nada, soy una persona que compite desde muy chiquito y me han enseñado a ganar pero no de cualquier forma, eso es importante", declaró, "si no se logra el responsable es el entrenador, si se logra los responsables son los jugadores".
"Anímicamente estoy perfecto", continuó, "estoy triste como cualquiera por no ganar" pero "es mi oficio este" y "no voy a cambiar el estilo o la forma que tiene el fútbol".
Al final se refirió al equipo mexicano, "al técnico rival le tengo mucho respeto, lo conozco hace muchos años", afirmó, "me da la sensación, con todo el respeto del mundo, que no vino a ganar", no obstante "terminó ganando, una cosa que usualmente sucede en Copa".
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