Hace pocos minutos Carlos Alfaro Moreno renunció a su cargo como vicepresidente deportivo de Barcelona Sporting Club porque el proyecto deportivo se truncó en el momento que el directivo principal de los 'Toreros' se desvió con su inclinación a la política.
"Primero quiero agradecer al presidente del club, José Francisco Cevallos, porque el hecho de que yo esté aquí significa grandeza, aunque seguramente diré algo del cual no estará de acuerdo, pero, significa grandeza y significa la manera en la cual se ha manejado el club en estos tres años", inició el ex-futbolista del 'Ídolo del Astillero'.
Sobre los motivos para dejar su cargo en la institución 'amarilla', señaló: "Hay una palabra que yo no quiero mencionar, porque no es parte de mi vida. Es una actividad en la cual no tengo nada en contra de la misma, ni de quienes lo practican, pero, sí es una situación en la cual no he querido que mi vida personal me abarque en ningún aspecto".
Con respecto a este mismo tema, agregó: "Este 2018, ha sido un año complicado para mí por ese entorno ajeno al fútbol. Considero en mi opinión afectó al proyecto deportivo. En lo personal, que soy una persona ajena a ese entorno me afectó de manera decidida. Es una situación que hemos discutido con el presidente del club a lo largo de todo el año, no es una situación nueva y que me tuvo mal durante todo el año, eso provocó un quiebre en mi manera de pensar del proyecto al cual me lleva a tomar esta decisión y que hoy la hago oficial, porque estaba esperando que termine el torneo".
Alfaro Moreno reconoció el trabajo que se ha venido realizando en estos tres años de administración dentro de las formativas del club: "Hoy Barcelona tiene 54 escuelas de formación en las cuatro regiones del país, más una en Nueva York que ya está funcionando en donde la idea y el objetivo puntualiza y señala que es buscar las 100 sucursales, todas nutriendo a nuestras formativas, pero, además recibiendo algo que Barcelona no tenía, no existía, un aporte de franquicia, un aporte de recursos, en donde hoy a Barcelona le ingresan a través de esas sucursales $375.000 al año para intentar cubrir en gran parte el presupuesto de formativas. Si se llega a cumplir el objetivo de 100 sucursales se estaría cubriendo absolutamente el presupuesto anual, ese es el objetivo principal", finalizó.